«No se trata de prohibir que la gente entre en la Murta, sino de escalonar las visitas». «El Plan de Uso Público del paraje se ha elaborado desde una perspectiva conservacionista con la pretensión de que las personas que vivan dentro de cien años puedan disfrutar de la Murta igual que la disfrutamos ahora nosotros». «Si queremos disfrutar del paraje habrá que gestionarlo». Éstas son algunas de las reflexiones salidas del debate en el seno del Consejo de Participación del Paraje Murta-Casella que precedió a la aprobación del plan de usos el lunes.
Fuentes de este órgano consultivo defendieron que el establecimiento de un aforo máximo por franjas horarias -de 400 personas en el caso de la Murta por turnos de 2:30 horas y de 550 visitantes en la Casella- responde a un estudio realizado por una empresa externa sobre la capacidad física y ambiental del paraje, que detecta que las principales concentraciones se producen en el entorno del monasterio. «Con ese criterio la medida tiene sentido», incidieron.
Por lo que respecta a la creación de un Fondo económico para la sostenibilidad de la gestión, que abre la puerta a cobrar al visitante por determinados servicios -no por entrar- para reinvertir lo que se recaude en el paraje, desde el consejo asesor indicaron que se seguirá un criterio que ya se aplica en la actualidad. Así, pusieron como ejemplo que cuando alguien pide realizar una sesión fotográfica en el jardín romántico fuera del horario de apertura al público en busca de una mayor privacidad -se suele utilizar como decorado en álbumes de boda- ya paga una tasa y también se cobrará si para acceder al mismo los interesados entran en un vehículo al realizar un «uso particular» del camino.
Ausencias de Amics de la Murta
«Se ha discutido todo hasta la saciedad, se ha consensuado lo máximo posible», incidieron las mismas fuentes, mientras señalaban que la asociación Amics de la Murta, que se ha desmarcado del documento, no ha participado en la elaboración por decisión propia. En este sentido, recordaron que cuatro de los siete integrantes del Consell del Paraje Municipal son designados por el Consell de Medi Ambient y que en la selección que éste realizó figuraba la asociación Amics de la Murta, si bien su participación en las sucesivas reuniones realizadas para consensuar el documento ha sido mínima. «En los últimos dos o tres meses se han celebrado diez o doce reuiones y en ningún momento han aparecido para hacer propuestas, expresar sus ideas y buscar un consenso», señalaron.
