El nuevo alcalde de Sueca, Dimas Vázquez, no sólo ha sorprendido al desoir las órdenes que le trasladaba su partido para pactar con Compromís sino que pretende, ya desde la presidencia del consistorio, transformar lo que entiende como caduco sistema de funcionamiento partidista actual para convertirlo en un modelo de gestión más abierto y participativo en el que todas las fuerzas políticas municipales no solo participen en la gestión de las diferentes concejalías sino que también asistan con un representante a las Juntas de Gobierno, donde tendrían voz pero no voto.

Apercibimiento de sanciones

Vázquez levantó el pasado sábado la vara de mando gracias a los seis votos del PSPV, los tres que le brindó el PP y y los dos Ciudadanos. Ese pacto para alcanzar una mayoría que le permitiera arrebatarle la alcaldía a la candidata más votada, Raquel Tamait (Compromís), le ha acarreado la apertura de un expediente disciplinario que, según adelantó el sabado la presidenta provincial del partido, Mercedes Caballero, le apartará de la militancia socialista. La medida sancionadora abarcaría también a los cinco concejales que, junto al alcalde, consiguieron su escaño bajo las siglas del PSOE.

El acuerdo alcanzado entre Vázquez y los dirigentes locales del PP y Ciudadanos establece que el nuevo gobierno local estará solo formado por los seis representantes socialistas y los dos de Cs. El PP se va a quedar, al menos de momento, fuera del gobierno local. La fortaleza del ejecutivo resultante, formado por solo ocho concejales, dependerá por tanto de su destreza para alcanzar acuerdos con el resto de fuerzas políticas.

Pero Dimas Vázquez no esperará a la negociación de las futuras cuentas locales para atraer e intentar convencer a sus contrincantes políticos. Lo que busca es incorporarles a las labores de gobierno. «Mi objetivo es repartir también áreas de gestión entre los concejales de Compromís, GISPM y PP, porque todos deberían implicarse en la tarea de mejorar los proyectos y la administración de los servicios públicos».

«Ningún convidado de piedra»

El nuevo alcalde quiere superar la política de bloques para poner en práctica un gobierno transversal que integre a todos. «A los concejales, sean del partido que sean, los ha votado la ciudadanía y son, con independencia de la ideología de cada cual, vecinos míos», aclaró ayer Vázquez. Su deseo es que los 21 concejales de la corporación trabajen en beneficio del pueblo. «Los ediles de la oposición tienen que dejar de ser convidados de piedra, tienen que trabajar porque a todos nos une Sueca», defiende la primera autoridad municipal.

Y ese ánimo integrador no acabará en el reparto de concejalías sino que se extenderá a la composición de la Junta de Gobierno, hasta ahora reservada solo a los tenientes de alcalde. Vázquez se negó ayer a dar detalles del nuevo modelo que quiere implantar en Sueca. «La fórmula se tiene que concretar todavía junto a mis socios de Ciudadanos, aunque es verdad que pretendo que todos los partidos puedan estar al tanto de lo que decide en ese órgano de gestión», se limitó a avanzar el alcalde.

Derecho a intervenir

Otras fuentes municipales aseguran que Dimas Vázquez, a falta de que el modelo se consensue en todos sus extremos con los representantes de Cs, tiene en mente permitir que un representante de cada grupo político municipal asista a las reuniones de la Junta de Gobierno, en las que se preparan y debaten los asuntos que después pasan para su aprobación definitiva en el plenario municipal. Los ediles intervenderían con toda libertad, aunque no tendrían derecho a voto, potestad que se reservaría al PSPV y Ciudadanos.