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Dimas Vázquez: "Mi prioridad es Sueca, no me preocupa la expulsión"

El socialista que ha alcanzado la alcaldía con el voto del PP y Cs descarta que la situación sea reversible: «No me muevo del sitio, recular no lo veo; para vivir de rodillas, prefiero morir de pie»

Dimas Vázquez: "Mi prioridad es Sueca, no me preocupa la expulsión"

Dimas Vázquez (PSPV-Sueca) centró todas las miradas al presentarse a la elección como alcalde con los votos garantizados de Ciudadanos, con quien gobernará, y del PP, en vez de reeditar un pacto al estilo Botànic. Su argumento es claro: aboga por un modelo de gestión participativa.

P ¿Por qué no pacta con Compromís?

R Nuestra ejecutiva vio que un pacto con Compromís podría generar un malestar interno que no queríamos exportar a la gestión. En 2015 nos vimos apartados de un pacto al estilo Botànic y no entendimos que nos arrinconaran, cuando en la legislatura anterior habíamos pactado con ellos. De ahí arranca un recelo, que ya existía en 2011, y que creció mientras nosotros hacíamos oposición porque, cuando le dices a alguien que hay cosas que no hace bien, es normal que le siente mal. A partir de ahí la relación se enfrió y por eso veíamos que no era factible que existiera una buena relación política a nivel local. No habría sido fructífera por las malas relaciones que existen entre nosotros.

P ¿Esa ruptura es para toda la legislatura o puede haber una reconciliación?

R Nosotros ahora hemos optado por hacer un gobierno de participación con los partidos que están en la oposición y ahí se encuentra Compromís. Pienso que durante esta legislatura puede ocurrir cualquier cosa. Tal ve surja un acercamiento o puede que nos alejemos. Dependerá de todos, tanto de ellos como de nosotros.

P ¿Qué piensa alegar al partido para que no le expulsen?

R Ya nos reunimos en las Corts el jueves anterior a la investidura con el secretario de organización del PSPV, la secretaria general de provincia y con el compañero de relaciones institucionales que lleva el tema de los pactos a nivel local. Dimos nuestra explicación durante casi tres horas. A nivel autonómico puede darse un buen acuerdo, pero lo que funciona bien arriba, a nivel local, teniéndose en cuenta la idiosincrasia de un pueblo, a veces no se puede cumplir. Dejamos claro que habíamos pensado más en nuestros vecinos que en las siglas. También ellos nos dijeron que esto podría tener repercusiones. Cuando les trasladé el contenido de esas conversaciones a mis compañeros concejales eran conscientes de ello y quisimos seguir adelante.

P Si le expulsan, ¿su objetivo es continuar en la política activa aunque sea con otras siglas?

R Dentro de cuatro años me veo, si me arrancan el escudo, volviendo al instituto. No me voy a eternizar aquí, pero tampoco puedo saber con certeza lo que ocurrirá entonces. Si hubiera gente que me plantease la continuidad me lo replantearía, pero creo que en ese momento me convendrá tener un trabajo un poco menos estresante y relacionado con mi vocación. Me considero alcalde, pero dentro de mí hay siempre una inquietud por enseñar a mis alumnos y de aprender de ellos lo que pueda. Hay que tener en cuenta que en 2011 me presenté para ser alcalde y acabé como concejal. En 2015 repetí para ser alcalde y acabé en la oposición. Ahora soy alcalde y cuando acabe serán 12 años en primera línea de política. Si me encuentro con fuerzas y veo que la experiencia ha sido gratificante tanto para mí como para mis vecinos puede que me plantee alguna cosa.

P ¿Se ha desencantado del PSOE o se considera, todavía con orgullo, líder de los socialistas de Sueca?

R A día de hoy soy secretario general del PSPV-PSOE de Sueca, alcalde de Sueca con las siglas del Partido Socialista Obrero Español y me considero socialdemócrata. Tenga el carné o no, siempre seguiré trabajando en esas directrices. Otra cosa es que mis compañeros de arriba crean que no tengo que estar a nivel orgánico en el partido. Aunque eso no me preocupa, mi prioridad, después de mi familia, es Sueca. Si quienes administran mis siglas no entienden la idiosincrasia de Sueca y las particularidades del pacto que nos querían obligar a firmar, pienso que no coincidiremos con los estamentos superiores.

P ¿Desde que alzó la vara de mando el pasado 15 de junio, ha mantenido algún contacto con dirigentes del partido para reconducir la situación?

R No tengo comunicación verbal, ni escrita, ni telefónica. Por ahora son todo rumores y artículos en los medios de comunicación que dicen que me han expulsado ya no sé cuántas veces. Sólo falta que me tiren de casa. Bromas a parte, no tengo ninguna notificación. Es comprensible que al ser una localidad de más de 20.000 habitantes el tema lo asuma la ejecutiva federal, que está ahora centrada en la composición del Gobierno. Dudo que ahora mismo su principal preocupación sea Sueca.

P Y con Raquel Tamarit, ¿hay relación?

R Sí, siempre ha habido. La que hemos querido tener los dos. Ella de alcaldesa de Sueca y yo de concejal en la oposición. Ahora es al revés, yo de alcalde y ella de concejala en la oposición.

P ¿Aceptaría un acuerdo con Compromís que le hiciera perder la alcaldía?

R Yo ahora no me muevo del sitio. He buscado complicidades en el resto de partidos para que me apoyasen en la investidura sin pactar con el PP. Creo que debemos tener un margen de tiempo para demostrar que podemos hacer las cosas de otra manera. Por tanto, ahora recular no lo veo. Para vivir de rodillas, prefiero morir de pie.

P ¿Qué tipo de relación piensa mantener con el PP, teniendo en cuenta que sus votos son imprescindibles para tener la mayoría?

R La complicidad de la que hablo se basa en que el resto de partidos han comprendido que, después de doce años de gobiernos con Compromís, hacía falta un cambio. A cambio me pidieron participar en las cosas importantes para el pueblo. Quiero un gobierno que vaya más allá de venir al pleno una vez al mes, en el que todos puedan participar llevando concejalías delegadas y que colaboren en el proyecto común de todos que es Sueca.

P ¿Entonces no teme que los populares o Ciudadanos le dejen en la estacada?

R Ciudadanos va a estar conmigo gobernando, aunque también podría haber estado al lado de Compromís. Creo que las siglas no importan, lo que de verdad importa es que los intereses personales estén en un cajón y sobre la mesa sólo pongamos los colectivos. Esa máxima debería aplicarse a todos los partidos. Por eso, puede que dependa del PP, pero también del GISPM, ya que creo que si proponemos cosas que son justas pueden darnos su apoyo, votar en contra no tendría sentido. Aquí no vamos a hacer proyectos fantásticos, nos vamos a centrar en realizar una gestión local y sensata.

P ¿Teme que la Diputació o el Consell puedan perjudicar los intereses de Sueca por no haber respetado el pacto del Botànic?

R Creo que eso no va a pasar. Aunque yo fuera de un partido ajeno, todos los pueblos tienen adjudicadas subvenciones para proyectos en base al número de habitantes. En otras épocas quizás sí. Es cierto que puede afectar en proyectos singulares, como el Molí del Passiego, pero ni siquiera. No veo maldad ni creo que nos cierren las puertas.

P ¿Cómo se interiorizan los insultos y los descalificativos que ha recibido en los últimos días como consecuencia del pacto llevado a cabo?

R Cuando me metí en esto, sabía que dentro del convenio político, por no decir laboral, habría peligro de sufrir estas cosas. Cuando a uno no le gusta la paella que haces, te insulta. Es algo que tenía asumido y que entraba dentro del precio. Pero a mi alrededor hay una familia que, aunque lo tiene también asumido, al ver las formas en las que se produjeron los descalificativos tanto a la puerta del ayuntamiento como en la sala de plenos, lo ha pasado mal. No es plato de buen gusto que un hijo de quince años vea cómo a su padre le llaman chorizo, hijo de... o ladrón, entre otras cosas y sin motivo. Él me preguntaba que si había robado algo y yo no pude explicarle lo que ocurría porque la tensión que había en el ambiente se podía cortar con un cuchillo. Pensaba que la gente, dentro del marco democrático de la convivencia, tendría más educación. Pero demuestra que hay mucha gente que piensa que o vas con ella o estás en su contra, sin término medio posible.

P ¿En qué se diferenciará su gestión de la realizada por Compromís?

R Creo que lo primero es la participación, tanto de la oposición como de la ciudadanía. Vamos a tener mucha transparencia y proximidad. También creemos que es necesario agilizar algunos servicios básicos, como de mantenimiento y limpieza. Vamos a gobernar de otra manera, desde la humildad podremos adivinar mejor sus demandas y necesidades. Intentaremos que todo el dinero que se pueda utilizar vaya destinado a planes de empleo, a la llegada de nuevas empresas y a mejorar las fiestas de Sueca, que están a la altura del betún como demuestra que la juventud huya a otras poblaciones y que nuestra localidad esté desierta.

P ¿Otras prioridades o proyectos en mente? En el pasado se reunió con el ministro Ábalos para agilizar la recuperación de la N-332 y su conversión en un bulevar. ¿Sigue esa idea en pie?

R Está pendiente. Es un proyecto singular y queremos que sea una avenida del pueblo. Iremos a hablar con el ministro que haga falta, sea yo del PSOE o no. También tenemos pendiente reformar el colegio Carrasquer, que todavía está con barracones. Además, tenemos a nuestros mayores hacinados en un local denominado Ceam, queremos llevarlos a un lugar más digno. Me gustaría empezar la recuperación de Sueca hacia adentro. No hay que arreglar sólo el centro, a veces la periferia no tiene las mismas condiciones de mantenimiento y servicios. Otro punto a tener en cuenta es respetar nuestras entidades locales menores y potenciar nuestra costa, además de buscar otras opciones de turismo, sacándole rendimiento al parque natural.

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