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Rechazo

Sueca y Cullera se oponen a extraer arena submarina para las playas de València

El alcalde de Sueca se niega frontalmente a aceptar un proyecto que dañaría vestigios históricos junto a la flora y fauna acuática

Imagen de la playa del Brosquil de Cullera.

El proyecto de la Demarcación de Costas para regenerar La Garrofera y El Saler con la extracción y posterior traslado de cerca de tres millones de metros cúbicos procedentes del banco de arena submarino existente frente a la costa de Sueca, ha encontrado una firme oposición, tanto de los pescadores,que auguran la desaparicion del sector si la iniciativa se lleva a cabo, como de los ayuntamientos de Sueca y Cullera, cuyos alcaldes piden su retirada.

La primera autoridad de Cullera, Jordi Mayor, se mostró ayer muy preocupado y ofreció su apoyo al sector pesquero local. Ya ha solicitado «una reunión urgente a la Demarcación de Costas, en la que deberían tomar parte activa los pescadores como principales afectados, para abordar esta problemática» . El consistorio de Cullera exigirá «la búsqueda de alternativas» por las consecuencias que la extracción puede tener en la pesca de Cullera y exigirá que no se ponga en peligro al sector.

Respetar el yacimiento

Por su parte, el presidente del consistorio suecano, Dimas Vázquez, descartó por completo la extracción «por la importancia arqueológica que puede tener el banco de arena, catalogado como yacimiento arqueológico de especial protección con lo que se necesitaría tener unos estudios adecuados, que de momento no se han hecho públicos». Vázquez también ha llamado la atención sobre la importancia de proteger la flora marina de la zona. «Las praderas marinas de posidonia y otras especies podrían verse gravemente afectadas por ese proyecto», enfatizó ayer el alcalde.

Posición contradictoria

Dimas Vázquez también tachó de sorprendente que Costas autorice «extraer toneladas de arena en la costa suecana cuando es harto conocida la recesión» de sus playas. Y zanjó: «Por esa razón protectora se nos desaconseja construir espigones que ayuden a impedir la recesión de nuestras playas pero se permiten en otros puntos de la costa valenciana. Nosotros hemos sufrido les consecuencias de temporales marinos que han afectado a las viviendas de primera línea de la playa e incluso campos de cultivo».

Además, ambos consistorios mantienen reservas ante el proyecto por las dudas sobre la durabilidad de la aportación de arena para paliar la recesión del litoral. «No existe ningún tipo de garantía», apunta Vázquez. Los dos consistorios reprochan igualmente la «importante falta de información, puesto que no se ha comunicado nada, al menos a los departamentos técnicos (Urbanismo, Servicios, Medio Ambiente, Turismo) de los respectivos ayuntamientos.

Sueca y Cullera ven esencial defender los intereses de los trabajadores del mar y reclaman buscar soluciones que no afecten a su día a día. Asímismo, añaden, «hay que defender por encima de todo el medio ambiente del litoral valenciano, rico en fauna y flora, y eso exige promover solo proyectos que sean capaces de garantizar el respeto a la naturaleza».

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