Una tromba de casi treinta litros por metro cuadrado en apenas dos horas provocó en la mañana de ayer el desbordamiento de algunos barrancos que confluyen en el Camí de Pescadors, entre ellos el Barranc Fosc, y sus aguas rojizas llegaron hasta el casco urbano de Alzira dejando su huella en la avenida Maestra Josefina Piera, sin causar problemas.

Este fenómeno se produjo de forma aislada cuando se había levantado la alerta por la borrasca Gloria, que en los últimos días ha dejado abundantes precipitaciones y daños generalizados por toda la comarca, tanto por el fuerte viento como por el desbordamiento de barrancos y, en el litoral, por el temporal marítimo que ha azotado la costa.

La tromba registrada en la mañana de ayer estuvo en Alzira acompañada de granizo muy fino y fue especialmente intensa en la Murta, donde entre las 10,40 y las 12,3o se recogieron casi 60 l/m2, según datos de la estación que Avamet tiene en el valle. En ese mimo intervalo, el observatorio que la Asociación Valenciana de Meteorología tiene en la Casella registraba 29,8 l/m2. Pero llovía sobre mojado y la intensidad de las lluvias en la cuenca de los barrancos del Respirall, Fosc, Gracia Maria y de l'Arena -ubicados en esa misma vertiente y que habían desaguado con cierta normalidad en los días anteriores hacia el Canal de Les Basses- provocó que se desbordaran por el Camí de Pescadors y, en el caso del Barranc Fosc, incluso que sus aguas también llegaran tímidamente al núcleo urbano y causaran algunos problemas en las instalaciones de de la empresa heladera Ice Cream Factory Comaker.

La primera fase del Canal de Les Basses, que en los últimos días ha recibido las escorrentías de esta vertiente de la sierra y regulado su desagüe hacia el barranco de la Casella cuando el nivel del mismo lo permitía, pudo absorber toda el agua de esta intensa tromba, ya que ayer por la mañana había bajado sustancialmente tanto el nivel río como del propio barranco de la Casella. Cabe recordar que el Ayuntamiento de Alzira busca financiación para acometer una segunda fase de este canal que interceptará el agua que se canaliza por todos estos barrancos en altura -antes de que llegue al Camí de Pescadors- para minimizar riesgos en el casco urbano.

Estos barrancos son los que han protagonizado los últimos episodios de inundaciones que se han vivido en los últimos dos años en Alzira, incluso sin que el cauce del Xúquer hubiera experimentado una crecida. Las nuevas urbanizaciones en el entorno de esta cuenca como el área residencial del Racó o, más cerca del núcleo urbano, el sector Huerto de Galvañón, han contribuido a acelerar las escorrentías y, con ellas, han aumentado los problemas en caso de fuertes lluvias.