Como ya adelantó en exclusiva Levante-EMV, la localidad a orillas del Magre prepara un interesante proyecto que podría darle un giro de 180 º a la situación de la agricultura. Se trata de la renovación de los campos que, como en un ciclo sin fin, se han quedado con plantaciones viejas porque el labrador no tiene recursos para invertir porque no obtiene recursos de unas viejas plantaciones... Y así sucesivamente.

Para frenar esa tendencia, hay muchas opciones. Todo un cambio estructural, igual de necesario, se antoja demasiado complicado, al menos a corto plazo. La solución que parece más sencilla, y que ha gustado a los integrantes del Consell Local Agrari, es la renovación de estas parcelas. «Poner plantones nuevos es primordial para nuestra ciudad. La mayoría de las plantaciones se han quedado viejas. El ayuntamiento está muy interesado en poner en marcha este proyecto y nosotros también», reconoce el presidente de la Copal, Vicente Bomboí.

Mayor viabilidad

Los técnicos de la cooperativa ya estudian los terrenos de la localidad y las variedades que serían más atractivas de cara a nutrir estas replantaciones. A falta de más detalles, las opciones que resultan más interesantes son los cítricos «premium». Variedades como la Orri, la Nadorcott o la Tang Gold triplican con facilidad el precio que obtienen en el mercado las mandarinas comunes. El pago de «royalties» las convierte en privativas para la mayoría de agricultores, pero también les garantiza ese valor tan elevado. También se añadirían a la lista aquellas naranjas de color (como la Sanguinelli) o aquellas clementinas tardías de final de campaña (allá por los meses de abril y mayo). «Hablamos, en líneas generales, de variedades que tienen unos costes de producción muy similares, pero con una mayor viabilidad de venta», resume el propio Bomboí.

El consistorio financiará estas reconversiones. Aunque no intervendrá en las decisiones sobre los productos. «Este ayuntamiento apuesta por transformar su término municipal y ayudará a que los agricultores tengan más facilidades para arrancar los árboles viejos y plantar los nuevos. Somos conscientes que en el mundo de la agricultura la competitividad es muy elevada. Tenemos que deshacernos de esas variedades pasadas de moda, pero no vamos a imponer a cada uno lo que debe plantar. A falta de concretar cómo se formularán las ayudas, cualquiera que nos viniese avalado por los técnicos de la Copal o Machí podría tenerlas», explica el concejal de Agricultura, Antonio García.

Continuidad

En próximas semanas, los promotores de esta iniciativa retomarán las reuniones para abordar cómo desarrolla el plan. Por el momento, el ayuntamiento ha sacado su calculadora para ver de cuánto dinero dispone y poder conceder las primeras ayudas cuanto antes. «Queremos empezar ya este año como sea. Veremos de cuánto dinero disponemos y a ver si entre octubre y noviembre podemos tenerlo todo listo. Además, nuestra intención es que a partir del próximo año cuente con una partida presupuestaria propia que ojalá tenga su continuidad. Estamos muy limitados, pero ayudaremos al agricultor en todo lo que podamos», comenta al respecto el edil socialista.