La extracción de arena del banco existente frente al Dosel, a unas seis millas náuticas aproximadamente de la costa, cuenta con el rechazo frontal de la cofradía de pescadores, tal y como manifiesta a Levante-EMV Vicente Pérez, presidente del gremio local y del sector en la Comunitat Valenciana. «Este banco de arena es un caladero natural en el que los pescadores de València, Gandia y Cullera realizamos nuestras capturas. En esa zona se están recuperando muchas especies y, gracias a su misma existencia, son muchas las familias que podemos seguir viviendo de esta profesión», destaca Pérez.

La demarcación de Costas ha propuesto unas grandes actuaciones para frenar la degradación de las playas del litoral valenciano. El objetivo es extraer arena del fondo marino para regenerar las playas del sur de Cullera, Tavernes, del litoral de Sueca y también de Sagunt, que han perdido decenas de metros de arenales en las últimas décadas por la regresión provocada por los puertos, las escolleras, la falta de caudal de los ríos y el urbanismo descontrolado. Para llevar a cabo la regeneració n de la costa se prevé extraer arena procedente del banco submarino situado frente a la costa de Cullera y El Perelló. Esta es la alternativa más probable, aunque el Ministerio de Transición Ecológica no descarta utilizar algun otro yacimiento que reúna las características adecuades .

El colectivo de pescadores considera que «sería más efectivo revisar las ampliaciones que se están realizando en el puerto de València, ya que desde hace unos años, coincidiendo con el crecimiento de esas infraestructuras portuarias, la arena de la playa se ha retraído de forma espectacular teniendo un claro ejemplo en la playa del Mareny, que hace apenas diez años tenía prácticamente 150 metros de arena y en la actualidad se ha reducido a tan solo 10 o 15 metros». Para Pérez, es importante buscar soluciones al problema «y no solamente hacer pequeños remiendos».

«En su día la confederación de cofradías ya presentó un recurso sobre este proyecto de extracción y en caso de que esta nueva iniciativa siga su curso no se descarta tomar las medidas que se consideren oportunas desde el sector pesquero», concluye Pérez. Hace menos de dos años ya se planteó la posibilidad de utilizar la arena del litoral ribereño para paliar el grave problema de erosión que sufren las playas situadas entre El Saler y La Garrofera. El propio estudio de impacto ambiental ya reconoció la posible afección a espacios naturales protegidos.

El Ayuntamiento de Cullera también ha dejado clara la postura que tiene con respecto a la extracción de arena, aunque se limita no entrar en conflicto con administraciones superiores. «No es una competencia municipal, con lo cual tendremos que atenernos a aquello que se decida hacer, eso sí, se reclamará el correspondiente informe de impacto ambiental que pueda tener dicha extracción para nuestro litoral», explican fuentes municipales.

En la última sesión municipal plenaria, celebrada el pasado martes, el propio alcalde de Cullera, Jordi Mayor, detalló lo que se conoce del proceso tras ser preguntado por la oposición: «La arena que se va a coger corresponde a un banco que existe en el interior de la costa a unas millas de la orilla de más de tres millones de metros cúbicos de arena. Se extraerá mediante un dragador y una barcaza y se irá depositando en la costa en los puntos donde se necesite», manifestó la máxima autoridad municipal.

Con la arena extraída se regeneran playas como a l’Estany, El Dorado y la de Tavernes de la Valldigna, además de, tal y como avanzó este periódico, las playas de Sagunt, de Canet d’en Berenguer y cualquier otra que entre en los planes de regeneración la Demarcación de Costas de València. 

Para las playas cullerenses, sin embargo, el ministerio tiene previsto depositar 475.000 metros cúbicos más, que serían succionados del fondo marítimo existente entre las playas de El Dosel y El Perelló.

El gobierno de Cullera no se opone aunque reclama un informe previo