Las muestras recogidas el pasado 7 de febrero en las aguas residuales por un laboratorio homologado de la empresa Aigües de Cullera revelan la incidencia más baja por SARS-CoV-2 en Cullera. Los recientes análisis revelan que, incluso, la incidencia está por debajo de los mínimos registrados en agosto del 2020 cuando los niveles de presencia de unidades de virus eran de 142.000 cg/L en la zona residencial de la playa y 0 en el casco urbano.

El ayuntamiento controla desde el inicio de la pandemia de la Covid-19 el nivel de incidencia del virus en la ciudad, un seguimiento para la toma de decisiones sociosanitarias que, entre otros, también analiza su presencia en las aguas residuales.

Los análisis revelan en este momento la inexistencia de coronavirus en la zona de la playa y de 55.000 cg/L en el casco urbano. Unos resultados que, además, manifiestan la ‘no presencia’ de la variante británica que sí se había detectado en el mes de febrero durante la segunda oleada.

Un esfuerzo solidario

El alcalde, Jordi Mayor, ha destacado que «es una buena noticia que reafirma la tendencia a la baja y descenso del nivel de contagios que hemos tenido en las últimas semanas y esto es resultado del cumplimiento de las medidas sociosanitarias y del esfuerzo de toda la ciudadanía, de los sectores productivos locales y especialmente de la hostelería, que desde el minuto cero ha demostrado estar a la altura en la aplicación de medidas de contención».

Durante las últimas restricciones que afectaban más expresamente a ciertos sectores, el ayuntamiento con el apoyo otras Administraciones Públicas ha inyectado 1,2 millones de euros en ayudas directas a los sectores productivos locales afectados por la pandemia. No obstante, el primer edil ha insistido en que «no se ha de bajar la guardia, sino que es momento de seguir con esta responsabilidad individual y conjunta para avanzar hacia la normalidad que todos deseamos».