La imagen de contenedores de residuos rodeados por sacos con restos de poda, haces de leña bien ordenados o simplemente montones de ramas es habitual en muchas localidades de la Ribera, y mayor es el problema cuanto mayor número de segundas residencias hay en el entorno. Los ecoparques abren todos los días, aunque bien por no disponer de vehículo para el transporte o simplemente por comodidad, algunos ciudadanos optan por depositar los restos vegetales que generan al limpiar sus jardines o parcelas junto a los basureros convencionales, lo que obliga a un esfuerzo extra a los servicios de recogida.
El Ayuntamiento de Montserrat, un municipio con cerca de 2.500 chalés entre urbanizaciones y diseminados, se dispone a establecer un servicio permanente de recogida de restos de poda en todo el término municipal mediante el sistema «puerta a puerta» para gestionar de forma ordenada este tipo de residuos. Con este fin, ha abierto un período de consultas a los ciudadanos previo a la aprobación de la ordenanza fiscal que regulará esta prestación. «No somos los primeros, ni seremos los únicos», señala el alcalde de Montserrat, Josep Maria Mas, mientras explica que de momento son muy pocos los municipios que han optado por establecer esta tasa -Llíria es una de las experiencias más próximas y no conoce ningún caso en la Ribera-, a pesar de que la gestión de los restos de poda no es un problema exclusivo de Montserrat.
La propuesta que baraja el ayuntamiento consiste en dividir todo el término municipal en seis zonas, con un tamaño o número de viviendas similar para que el camión pueda completar el recorrido un día a la semana en cada una de ellas, de lunes a sábado. El estudio económico ha estimado el coste del servicio en torno a los 200.000 euros y el borrador de la ordenanza fiscal que prepara el ayuntamiento prevé que la tasa se aplique a las viviendas aisladas ubicadas en suelo urbano, urbanizable y no urbanizable, de forma que cualquier diseminado tenga la obligación de abonar la tasa a la vez que se beneficiará del servicio. Los pisos o casas adosadas del municipio no pagarán la tasa.
El alcalde comentó que, a la espera de la fase de consultas, se estudia la posibilidad de aplicar dos importes diferentes en función del tamaño de la parcela. Una para aquellas viviendas ubicadas en parcelas de entre 400 y 800 m2 y una segunda un poco más elevada para las que cuenten con más de 800 m2. Aunque no es definitivo, el estudio económico estima la tasa entre 40 y 55 euros.
Josep Maria Mas señaló que, si bien son muchos los ciudadanos que utilizan el ecoparque para deshacerse de los restos de poda, también hay otros que optan por depositarlos dentro o justo al lado de los contenedores de basura, lo que ha provocado incluso que se impongan algunas sanciones al tratarse de una infracción de las ordenanzas. El ayuntamiento, no obstante, asume la retirada de estos residuos con un camión que en temporada baja pasa dos veces por semana y que en época estival duplica esa frecuencia.
El alcalde de Montserrat señaló que el objetivo de la creación de este servicio es evitar esta práctica de abandonar los restos de poda junto a los contenedores. El servicio puerta a puerta con un camión que no sólo comprimiría los restos sino que también dispone de un sistema de cuchillas para un primer triturado antes de depositarlo en una planta especializada para obtener un subproducto sigue la filosofía del Plan Integral de Residuos. Mas detalló que el término de Montserrat cuenta con 47 kilómetros cuadrados, treinta núcleos de población y que un camión que realiza una sola vuelta en el servicio recorre 55 kilómetros.
