El Ayuntamiento de Alzira ha presentado un recurso contra la demanda planteada por el club Trencaones en la que solicita al juez que el caso sobre supuestos cobros irregulares por el uso de la piscina municipal, del que informó en exclusiva Levante-EMV, se tramite únicamente por la vía administrativa.

La defensa del consistorio planea, por tanto, que se descarte la vía penal, lo que suavizaría el impacto político del caso. La entidad deportiva busca, a través de su demanda, no solo dirimir un problema administrativo pues, a su juicio, se ha visto perjudicada por la acción de tres personas muy concretas: el concejal de Deportes, Fernando Pascual, el técnico del área, Enric Taronger, y el alcalde, Diego Gómez. Les acusa de cometer, supuestamente, delitos de prevaricación administrativa, cohecho pasivo y coacciones. El Trencaones considera «irregular» el pago por hacer uso de la piscina, una instalación municipal, ya que la normativa al respecto estipula que «no devengarán ninguna tarifa los clubes y entidades federadas en las competiciones de liga oficiales, así como en los entrenamientos, como contribución municipal al fomento del deporte local, excepto pactos o convenios que puedan estipular lo contrario». De hecho, el club se sorprendió cuando se enteró de que era el único que lo hacía.

El alcalde defendió ayer en Onda Cero el cobro de cuotas al Trencaones ya que «existe un histórico de pago por el uso de la instalación» y, como ya apuntó este diario el pasado domingo, el criterio de los técnicos así lo avala. Una interpretación que nunca ha convencido al club. Si bien es cierto que desde su fundación abonaba alrededor de diez euros por calle y hora, entiende que esta circunstancia dejó de tener validez en el momento en el que la empresa encargada de la instalación se disolvió y esta pasó a estar gestionada directamente por el consistorio.

Además, otro de los aspectos que denuncia el club son las consecuencias que tuvo su negativa a abonar las tasas que le exigía el consistorio, aunque nunca de forma justificada según su relato, ya que sostiene que desde entonces ha sufrido presiones de todo tipo, como por ejemplo la aplicación de un horario más restrictivo.