La comarca de la Ribera ha perdido 1.576 hectáreas de caqui durante los últimos seis años. La proliferación de plagas y con ellas un incremento de los costes de cultivo, la falta de rentabilidad, la subida de precios o las condiciones meteorológicas extremas (la presencia de lluvias primaverales unidas a las elevadas temperaturas durante los meses de verano) son algunos de los factores que han propiciado esta notable disminución entre 2016 y 2021. Sin embargo, la situación se ha agravado todavía más durante los dos últimos años. De esta manera, la mayor pérdida se produjo entre 2020 y 2021 con una reducción de 720 hectáreas, es decir, casi la mitad del total de la merma, según los datos proporcionados por el Informe del Sector Agrario Valenciano que anualmente realiza la Conselleria de Agricultura.
La reducción de hectáreas de caqui empezó a ser visible en la comarca a partir de 2016, ya que ese mismo año se abandonaron 440 hectáreas de este tipo de cultivo. A pesar de que la Ribera es una de las principales zonas productoras de caqui a nivel mundial, los agricultores no han visto incrementados sus beneficios sino que, al contrario, han visto como los buenos precios de hace unos años se iban desplomando. Por otra parte, el año pasado, el caqui sufrió daños valorados en 29 millones de euros por las lluvias, el pedrisco o las heladas. A ello, se sumaron los problemas fitosanitarios ocasionados por la elevada cantidad de plagas.
Las previsiones para la campaña de este año tampoco son nada optimistas. Como ya adelantaba Levante-EMV hace unos días, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen del Kaki Ribera del Xúquer prevé una merma del 50% de la producción prevista debido a las elevadas temperaturas registradas durante las últimas semanas.
Pérdida de cítricos
La falta de rentabilidad también ha provocado una gran pérdida de hectáreas dedicadas al cultivo de cítricos en la comarca, especialmente al naranjo dulce y el mandarino. Desde 2017 a 2021, se ha producido una disminución de 892 hectáreas según las estadísticas agrícolas. Las cifras son más llamativas desde 2012, ya que en diez años, la comarca ha sufrido una reducción de 6.722 hectáreas destinadas al cítrico pasando de 35.966 en 2012 a 29.244 en 2021.
Como ya expuso este diario, la falta de rentabilidad del pequeño agricultor se ha visto sustituida por la inversión del sector agrícola por parte del comercio y los grandes fondos internacionales.
Las pérdidas económicas han comportado que los agricultores de la Ribera apuesten por el cultivo de otro tipo de fruta. En este sentido, la presencia del aguacate ha ganado terreno durante los últimos años llegando a duplicar las cifras. En 2019, la comarca solo contaba con 74 hectáreas, mientras que, en 2021, hay 200.
La fruta de hueso, que tiene en la Ribera la principal área productura de la C. Valenciana, también se ha visto reducida durante los últimos años. En un lustro, la falta de rentabilidad ha comportado que los agricultores abandonen 473 hectáreas de melocotón, ciruelo y albaricoque, según los datos recogidos en el Informe del Sector Agrario Valenciano. El melocotón concentra gran parte de estas pérdidas, ya que se ha producido una disminución de 402 hectáreas entre 2017 y 2021. El mayor recorte de esta fruta se vivió entre los años 2018 y 2019 con una disminución de 163 hectáreas en los distintos municipios de la comarca. La Ribera Alta concentró la totalidad de esta reducción, ya que se perdieron un total de 160 hectáreas a lo largo de ese año.
El albaricoque es la segunda fruta de hueso con mayores pérdidas en la comarca con una reducción media de 20 hectáreas anuales. Por su parte, la cosecha del ciruelo ha conseguido mantenerse estable en la Ribera, ya que en cinco años solo se han reducido cinco hectáreas, es decir, una media de pérdida anual de una hectárea.
