El Hospital Universitario de la Ribera ha incrementado la plantilla estructural de su Servicio de Urgencias en un 28,3% desde abril de 2018, cuando se puso fin a la gestión privada. El comité de empresa admite ese aumento de trabajadores una vez la Conselleria de Sanitat reasumió el control del área asistencial, aunque replica que «la gestión de los ingresos y de la plantilla han empeorado» desde entonces.

El servicio de Urgencias cuenta hoy con 134 profesionales. De ellos, 41 son médicos, 56 enfermeros y 37 son auxiliares de Enfermería. La gerencia del hospital destaca que estos datos suponen «cumplir ampliamente las ratios recomendadas por el Ministerio de Sanidad para los servicios de Urgencias hospitalarios».

La dirección del hospital defiende que la plantilla estructural de médicos se ha incrementado en un 12,2% desde 2018, con 5 médicos más que antes de la reversión. Y también se han añadido 18 enfermeros y 15 auxiliares de Enfermería , lo que representa un aumento del 35,5%. Además, en momentos de mayor presión asistencial, los turnos se refuerzan con más profesionales.

La conselleria asegura ser consciente del déficit de profesionales que aquejaba a este servicio con la antigua concesionaria y las malas condiciones laborales de sus trabajadores. «Mejorar esas condiciones de trabajo de los profesionales del Servicio de Urgencias ha sido la principal motivación que el Consell ha tenido para incrementar la plantilla, que ha crecido muy por encima del aumento de la actividad asistencial experimentado por el servicio en los últimos años, que ha atendido en 2022 un promedio de doce urgencias más al día que en 2018», precisa la Generalitat.

Frente a esos datos, gran parte de los trabajadores y sus representantes sindicales narran que ya es «más que habitual que el servicio de Urgencias amanezca cada día con una planta de pacientes ingresados esperando habitación». La saturación del box de observación, que «no es ni mucho menos puntual» según matizan, fuerza a ubicar hasta a cuatro pacientes donde solo debería haber dos». Enfermos críticos comparten espacio con ingresados «sin ningún tipo de intimidad», por lo que, cuando ya no queda sitio, los trabajadores son obligados a habilitar un pasillo interno para acomodar pacientes con camillas, «una situación que nos parece indigna tanto para el paciente como para los empleados», subrayan.

Nueva protesta para reclamar más personal y espacio asistencial

Decenas de sanitarios se manifestaron a primera hora de la mañana de ayer junto al hospital para reclamar una solución definitiva al colapso que sufre el servicio de Urgencias. «Llevamos mucho tiempo insistiendo en que el espacio y el personal es escaso para garantizar una asistencia de calidad y digna. Hemos llegado al límite de nuestra capacidad, estamos cansados física y psicológicamente», detallan los trabajadores. Los manifestantes admiten que, desde que se han movilizado, las horas de espera de un pacientes que aguarda ser hospitalizado «han disminuido drásticamente». Sin embargo, aseguran que están hartos «de parches» y exigen una solución definitiva. La protesta de ayer estaba organizada por CSIF, CC OO, Cemsatse, Simap, UGT y USAE. «Las luces de Urgencias no se apagan y la actividad asistencial «hace imposible un buen descanso para el paciente del servicio», deploran.