43 de los 47 pueblos de la Ribera ya superan la tasa de envejecimiento que la ONU fija para 2050

Localidades como l’Énova, Antella, Sumacàrcer, Llaurí o Sellent sobrepasan ya el 25 % de población de 65 años cuando las estimaciones mundiales proyectan alrededor de un 16 % en 27 años

El 27,1 % de los habitantes de l’Énova ha superado ya los 65 años, el mayor porcentaje de la Ribera.

El 27,1 % de los habitantes de l’Énova ha superado ya los 65 años, el mayor porcentaje de la Ribera. / PERALES IBORRA

Rubén Sebastián

Rubén Sebastián

Según un concienzudo informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre las perspectivas de la población mundial, en el año 2050 se estima que una de cada seis personas en el planeta superarán los 65 años. Esto supone alrededor del 16 % de los habitantes del planeta. En la Ribera, 43 de las 47 localidades superan ya dicho porcentaje, lo que pone de manifiesto el serio problema de envejecimiento que adolece la comarca.

La longevidad es una de las múltiples virtudes que ha ofrecido el progreso del último siglo. Las mejoras de los sistemas sanitarios, especialmente, han permitido alargar la esperanza de vida de la población. La propia ONU reconoce que el envejecimiento de la población «está a punto de convertirse en una de las transformaciones sociales más significativas del siglo XXI, con consecuencias para casi todos los sectores de la sociedad, entre ellos, el mercado laboral y financiero y la demanda de bienes y servicios (viviendas, transportes, protección social...), así como para la estructura familiar y los lazos intergeneracionales».

Sin embargo, lo que para gran parte del planeta supone un reto de futuro, para la Ribera lo es de presente. La mayoría de localidades supera ya el 16 % de población por encima de los 65 años, según se desprende del último censo por municipios elaborado por el Instituto Nacional de Estadística, referente a 2022. Tan solo cuatro pueblos de la comarca se encuentran por debajo de dicho umbral, los cuarenta y tres restantes ya lo han superado, casi treinta años antes de las previsiones mundiales de la ONU.

Se trata de una realidad que, acompañada del cada vez menor número de nacimientos, desemboca en una comarca más envejecida y que, sin flujos migratorios, vería como decae el número de individuos que la integra. Y que adquiere una mayor relevancia en determinados municipios. El ejemplo más claro es el de l’Énova, donde el 27,1 % de la población superaba ya el año pasado los 65 años. Redondeando a la baja, una cuarta parte de su censo. Este dato la convierte en la localidad de la Ribera con un mayor porcentaje de personas mayores.

Pocos jóvenes

No es la única localidad que sobrepasa la barrera del 25 %. Los valores son similares en Llaurí, cuyo censo de mayores de 65 años alcanza el 26,9 %. La situación no difiere mucho de la que existe en Antella, pueblo en el que el 25,9 % de sus habitantes superan dicha edad. Sumacàrcer (25,7 %) y Sellent (25, 3%) también se encuentran en este grupo. Y como toda moneda tiene dos caras, estas cifras suelen ir acompañadas de unos índices muy bajos de vecinos jóvenes. En el caso de Sellent, tan solo un 6,1 % de su censo es menor de edad. En Sumacàrcer, este segmento de la población solo representa el 11,6 % del total. Llaurí, l’Énova o Antella también se encuentran por debajo del 15 %.

Las grandes ciudades tampoco escapan de esta tendencia, si bien es cierto que poseen, en términos absolutos y también proporcionales, una población joven mayor. En Alzira, por ejemplo, el porcentaje de vecinos mayores de 65 años es del 17,6 %, mientras que el de los menores de edad se sitúa en el 18 %, por lo que incluso se supera. Al igual que en Algemesí, con un 17,2 % de personas mayores y un 19,3 % de jóvenes. En el caso de Cullera, los vecinos que sobrepasan los 65 años (20,7 %) ganan en proporción a los que no alcanzan los 18 (14,9 %). Ocurre igual en Carcaixent (18 frente a 17,4 %) y en Sueca (19,7 y 16,2 %).

Únicamente cuatro municipios poseen actualmente una población mayor de 65 años por debajo del 16 % que marca como umbral de futuro la ONU para 2050. Benicull (15,9 %), Montserrat (11,8 %), Sant Joanet (13,9 %) y Senyera (15,3 %).

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