Pepina Pastel, el obrador de Alzira que ha conquistado el mercado digital y ya factura un millón

Ha duplicado su cifra de negocio en solo un año y ejemplifica el éxito de una empresa que dios sus primeros pasos en plena pandemia

Pepa y Lara, madre e hija, fundadoras de Pepina Pastel.

Pepa y Lara, madre e hija, fundadoras de Pepina Pastel. / Levante-EMV

Rubén Sebastián

Rubén Sebastián

«Cierra los ojos y pide una Pepina» es la sugerente frase que acompaña las cajas de sus productos, que han conquistado internet y los paladares de miles de personas. El obrador alzireño de Pepina Pastel está de moda y su crecimiento no cesa. Pese a abrirse al mercado digital hace menos de tres años, el pasado ejercicio lo saldó ya con una facturación superior al millón de euros.

Aunque los orígenes de esta empresa, creada por una madre y su hija de Carcaixent, se remontan a finales de 2019, cuando empezaron su negocio repostero a través de la venta directa al sector hostelero, fue a las puertas de la pandemia cuando decidieron embarcarse en la venta digital. «Los inicios fueron complicados, la verdad», reconoce Lara Guerrero, que añade: «Yo estudié Derecho y ADE, pero no sabíamos nada sobre cómo funcionaba un obrador ni cómo se tramitaban licencias ni permisos sanitarios. Y al poco de empezar, explotó la pandemia».

Sin embargo, todo fue mejor de lo esperado. «El año 2020 ya lo cerramos con diez personas trabajando y para nosotras siempre representará el momento en el que hicimos realidad un sueño. Lo que pensamos que nos iba a afectar más fue el 2021, ya que creíamos que al empezar todo el mundo a salir más la venta a domicilio se podría resentir, pero no fue así y llegamos a una cifra de negocio de medio millón de euros», expone Guerrero. Cantidad que duplicó el pasado ejercicio.

La proyección de Pepina Pastel hizo que Lara alcanzase la final de la X edición de Talento Joven CV, que promueve Levante-EMV en la categoría de Empresa. La elevada demanda llevó al obrador a abrir una tienda física en Alzira y no descarta una próxima apertura en València, «si todo va bien». Sus previsiones son, de hecho, de crecimiento futuro. «Una vez escuché a un empresario decir que odiaba el término consolidación porque implica estancamiento y no queremos eso, queremos seguir expandiendo la familia de Pepina Pastel desde la innovación y calidad de nuestros productos», resume Guerrero.

Del chocolate con churros a la revisión de la horchata con fartons

Para Lara Guerrero, el éxito de Pepina Pastel se basa, «al 95%, en el boca a boca». Tanto en su versión tradicional como moderna, ya que «las redes sociales son de gran ayuda». «Yo puedo promocionar mi producto, pero eso lo hacen todas las empresas. Lo que de verdad funciona es que una amiga o un compañero de trabajo te diga ‘tienes que probar esta tarta’ o comparta su experiencia a través de sus redes», asegura. Su gestión de contenidos digitales la ha llevado a realizar ponencias universitarias. Aunque también destaca el hecho de haber «cambiado el concepto de las tartas, que no solo hay que consumirlas en cumpleaños o eventos». A ello le añade una oferta especial que incluye la exitosa tarta de horchata y fartons, que volverá en breve al catálogo, o la nueva de chocolate con churros, que en menos de una semana ha venido más de 600 unidades