El lastre de la reversión provoca la primera huelga sanitaria en La Ribera

El diferente trato laboral que reciben los funcionarios y el personal que contrató la antigua empresa concesionaria genera cada vez más tensiones internas. El paro está previsto para tres días de finales de marzo y otros cuatro de abril

Concentración de protesta en el hospital de la Ribera, en una imagen de este año.

Concentración de protesta en el hospital de la Ribera, en una imagen de este año. / PERALES IBORRA

Óscar García

Cinco años después de la reversión, el Hospital de la Ribera sigue sin desprenderse del pesado lastre que generó el tránsito de la gestión privada a la pública. El diferente trato laboral que reciben los empleados, en función de si han accedido su puesto a través de una oposición que les convierte en funcionarios o de alguno de los 1.400 contrató que gestionó la antigua empresa concesionaria, Ribera Salud, y que fueron subrogados por la Conselleria de Sanitat para mantener los servicios sanitarios que se prestan en la comarca, está detrás de la convocatoria de huelga que han convocado los sindicatos para finales de marzo

Los funcionarios se denominan técnicamente personal estatutario y al grupo que legó la antigua empresa adjudicataria se le conoce como personal laboral. Conviven pero no disponen de los mismos derechos y obligaciones. A los laborales no se les permite la movilidad y trabajan más horas, pero en general también cobran un poco más que el resto. La armonización de criterios ha sido imposible hasta ahora. Las exigencias que plantean la conselleria y los sindicatos son incompatibles.

En estas condiciones, el personal laboral está llamado a la huelga para exigir un nuevo convenio colectivo tras cuatro años de negociación y «la pérdida de derechos», según sostiene el comité de empresa. Los paros están previstos para los días 22, 29 y 30 de marzo y los días 19, 20, y 21 de abril de 8 horas a 11 h de la mañana, mientras que el día 27 de abril será desde las 00:00 horas a las 24:00 horas

Disculpas ante los pacientes

Los sindicatos han pedido «disculpas» a los pacientes que se puedan ver afectados por esta «lamentable situación», pero señalan que «solo hay un responsable: la Conselleria de Sanidad». Para los distintos gestores del Consell el problema heredado por las reversiones de los hospitales de Alzira y Torrevieja siempre ha sido una «patata caliente». Es un tema muy complejo. Siempre se bordea la legalidad. Solo gracias a la intermediación de la Inspección de trabajo y del Síndic de Greuges se retomaron las negociaciones. 

Personal sanitario en una concentración de protesta.

Personal sanitario en una concentración de protesta. / PERALES IBORRA

El Comité de Empresa reclama «las mismas condiciones laborales» que los funcionarios. Desde la reversión, los trabajadores subrogados han «perdido derechos, que en estos cinco años no han sido compensados» como la jubilación parcial, la promoción interna, la movilidad, o la ampliación a jornada completa de los contratos parciales. Tras estos cinco años de reversión el personal «ha dicho basta». La conselleria, en cambio, opina que quienes tensan la cuerda hasta el límite para evitar acuerdos son los representantes laborales. El más combativo es el CSIF, que ganó las últimas elecciones sindicales.

El conflicto laboral afecta solo a un 40 % de la plantilla del hospital y los centros de salud

No toda la plantilla sanitaria de la Ribera está llamada a la huelga. El conflicto laboral que se arrastra desde que la conselleria apartó a la empresa sanitaria que gestionó durante 18 años el hospital y los centros de salud de la comarca afecta a más 1.200 trabajadores de los 2.700 destinados en la comarca. La repercusión que alcanzará el paro está por ver, aunque se descarta que pueda paralizarse la actividad, al tratarse de un servicio público esencial que estará sujeto a mantener una atención mínima para no perjudicar en exceso la salud de los ciudadanos. De lo que no cabe duda es que el debate interno sobre los problemas laborales ha calado entre los profesionales sanitarios. La presión sindical, protagonizada en gran medida por el CSIF, también ha sido muy intensa en los últimos meses. Cada vez es más frecuente escuchar conversaciones entre los empleados sobre cuestiones de trabajo.