Manos anónimas para las fallas sin falla

Una ola solidaria ha superado con creces toda expectativa en las fallas Lo Millor (Alberic) y Plaça de la Constitució (Carcaixent), que tras saber el fin de semana que se habían quedado sin monumento podrán plantar «ninots» en sus lugares habituales gracias a la ayuda prestada por otras comisiones o particulares. Ya sea porque han donado suyos propios, incluso indultados que se salvaron de las llamas en años anteriores, o porque numerosas personas se han puesto manos a la obra para, al menos, intentar acabar las figuras a medio hacer de un artista alicantino que les dejó plantados a escasos días de la «plantà».

Hasta el pasado viernes, todo parecía normal. Las comisiones y el artista mantuvieron de forma recurrente conversaciones para conocer el estado en que avanzaban los respectivos monumentos. En los momentos en los que parecía que el tiempo se le tiraría encima, su palabra sirvió para calmar sus nervios. Todo estaba listo para que esta semana se trasladasen los «ninots» y se plantasen los monumentos. O al menos, eso pensaban. El viernes fue la madre del artista la que comunicó a ambas comisiones, y a varias más de la provincia, que el trabajo no estaría listo. Se sintieron estafados y desolados.

Representantes de una y otra falla se plantaron el sábado en Alicante para comprobar qué había sucedido con su inversión. «Intentamos recoger lo que pudimos», exponía José Alberto Pascual, presidente de la falla de Carcaixent afectada, que proseguía: «Nosotros, al menos, lo tenemos casi todo. Faltan muchas cosas por pintar, pero ha sido increíble el ofrecimiento de ayuda de otros falleros». «Para nosotros, lo importante era poder plantar y, salga mejor o peor, lo haremos. Esto son las Fallas, solidaridad y compañerismo ante todo», proclamaba el propio Pascual, agradecido con las múltiples personas que lo dan todo durante este inicio de semana, brocha y pintura en mano, para que Plaça de la Constitució pueda plantar y quemar su monumento.

Indultados que se quemarán

La colaboración no ha sido menor en Alberic, donde Israel Talens, presidente de Lo Millor, reconocía sentirse «desbordado» ante el aluvión de «ninots» que le han ofrecido durante los últimos días para paliar la ausencia de monumento. «Nos trajimos algo de material de Alicante, pero todo está en cartón, hay cosas enmasilladas de blanco... Es imposible acabar la falla que queríamos», reconocía, para acto seguido mostrarse ilusionado con el resultado que mostrarán al final: «Dejaremos una figura de las nuestras, en el suelo y pondremos todo lo que nos han donado, incluso «ninots» indultados que nos han regalado para que los quememos, alrededor. Con ello, demostraremos que cuando uno cree que ha tocado fondo, siempre hay alguien dispuesto a ayudar. Lo que nos ha pasado es triste, pero muy bonito también. Yo no sabía que la ‘germanor’ fallera podía ser tan grande».