Una mujer ostenta por primera vez en 361 años el Condado de Sumacàrcer

Virginia Crespí de Valldaura asume el título nobiliario tras el fallecimiento de su abuelo en 2022

Se trata de la decimocuarta sucesora en el linaje

El palacio de los Condes de Orgaz y Sumacàrcer alberga la casa consistorial.

El palacio de los Condes de Orgaz y Sumacàrcer alberga la casa consistorial. / Levante-EMV

La nueva Condesa de Sumacàrcer tiene 30 años, es licenciada en Historia Antigua y Moderna, doctora en Filosofía, cuenta con un máster en Historia Moderna Británica y Europea por la Universidad de Oxford y con otro de Gestión Pública Internacional por el Instituto de Estudios Políticos de París. Virginia Crespí de Valldaura González Amezúa ha tomado el testigo de su abuelo, Gonzalo Crespí de Valldaura Bosch-Labrús, para convertirse en el decimocuarto descendiente del linaje Crespí de Valldaura que recibe el título nobiliario creado por el rey Felipe IV el 1 de abril de 1663, pero en la primera mujer que lo ostenta directamente en los 361 años de historia ya que todas las anteriores condesas de Sumacàrcer lo eran por haber contraído matrimonio con un Crespí de Valldaura.

El fallecimiento el 25 de febrero de 2022, a los 85 años, de Gonzalo Crespí de Valldaura, conde de Orgaz, Castrillo y Sumacàrcer, entre otros títulos nobiliarios, ha propiciado la distribución de los mismos entre sus hijos y nietos. El Boletín Oficial del Estado (BOE) daba cuenta recientemente de las órdenes del Ministerio de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes por las que se manda expedir la Real Carta de Sucesión como Conde de Orgaz en favor del hijo mayor, Agustín Crespí de Valldura Cardenal, mientras que es la hija mayor del nuevo Conde de Orgaz, Virginia Crespí de Valldaura, la que hereda el título de condesa de Sumacàrcer.

Unión de los dos linajes

Se trata de los dos títulos nobiliarios vinculados de alguna forma a esta localidad de la Ribera ya que la sede actual del Ayuntamiento de Sumacàrcer, que la familia cedió al municipio en los años ochenta, es conocida como el palacio de los Condes de Orgaz.

El profesor de Historia Medieval en la Universitat de València, ya jubilado, Vicente Pons Alós, natural de Sumacàrcer, detalla que el título de Condes de Sumacàrcer es el más antiguo en el linaje de los Crespí de Valldaura, ya que la concesión se remonta al año 1663, mientras que fue el matrimonio entre Cristóbal Crespí de Valldaura y Brondo con Josefa Hurtado de Mendoza, Condesa de Orgaz, el que propició la unión de los dos títulos en el siglo XVIII, si bien el de Orgaz ha tenido una mayor repercusión, por un lado, por el cuadro del Greco titulado «El entierro del Conde de Orgaz» y, por otro, porque en la dictadura se vinculara el título a la Grandeza de España, la máxima dignidad de la nobleza española en la jerarquía nobiliaria.

Vicente Pons señala que la familia Crespí de Valldaura, que ya ostentaba desde 1.430 el Señorío de Sumacàrcer junto al de l’Alcúdia de Crespins, «siempre ha tenido detalles con el pueblo de Sumacàrcer», y relata que a principios del siglo XX donó terrenos para el cementerio de la parroquia, mientras que en 1921 cedió una parte del palacio para albergar un convento de monjas de la congregación de la Doctrina Cristina y, con posterioridad, de las Obreras de la Cruz, que permanecieron en Sumacàrcer hasta la pantanada de 1982. Tras aquellas catastróficas inundaciones, el conde cedió el palacio al municipio con la condición de que tuviera un uso público, que se respetera la estructura histórica y que no se enajenara. El palacio de los Condes de Orgaz alberga la casa consistorial.

Ayuda tras la pantanada

Por otra parte, Pons Alós recuerda que la ayuda de Gonzalo Crespí de Valldaura, que ha ostentado el título de conde de Sumacàrcer entre 1960 y 2022, fue la primera que llegó al pueblo después de que la rotura de la presa de Tous arrasara la parte baja del casco urbano y gran parte del término municipal.

La familia Crespí de Valldaura cuenta con un panteón en la capilla del Cristo de la iglesia parroquial, si bien el último entierro se remonta a la década de los sesenta, explica el historiador, que detalla que la última vez que el Gonzalo Crespí de Valldaura visitó el pueblo de forma oficial fue en 2003, coincidiendo con su ordenación sacerdotal.

Suscríbete para seguir leyendo