Antella, Sumacàrcer y Llaurí muestran un riesgo muy elevado de despoblación

El último informe demográfico de la Generalitat les atribuye cuatro de los siete factores que explican la pérdida de habitantes

Vista aérea de Antella, una de las localidades con mayor riesgo de despoblación.

Vista aérea de Antella, una de las localidades con mayor riesgo de despoblación. / PERALES IBORRA

Rubén Sebastián

Rubén Sebastián

El Portal Estadístic de la Generalitat Valenciana ha publicado recientemente un nuevo informe demográfico sobre el riesgo de despoblación en la Comunitat. Este pone de manifiesto que tres pueblos de la Ribera sufren este problema por encima del resto: Antella, Sumacàrcer y Llaurí. Estos cumplen con cuatro de los siete indicadores que caracterizan esta problemática. Además, otros cuatro pueblos (Càrcer, Cotes, l’Énova y Sellent) presentan tres de los factores.

El análisis demográfico se centra en siete parámetros que los expertos consideran que marcan el fenómeno de la despoblación. Por un lado, presentar un censo inferior a los 300 habitantes. Por otro, presentar una densidad menor a los 20 habitantes por kilómetro cuadrado (o tener una superficie menor al kilómetro cuadrado). De igual modo, se establece como preocupante tener una tasa de crecimiento demográfico menor o igual al 0 %, una de crecimiento vegetativo menor o igual al -10 %, una de envejecimiento mayor al 250 %, una de dependencia superior al 60 % o una migratoria inferior al 0 %. En esencia, estos parámetros analizan la edad de una población así como si esta crece, ya sea porque se producen más nacimientos que defunciones, o porque atrae nuevos residentes . Un pobre resultado implica, por tanto, un riesgo de despoblamiento.

Antella, Sumacàrcer y Llaurí son los municipios de la Ribera más afectados por estos factores, ya que poseen cuatro de ellos, cada uno. En el caso de la localidad de la Ribera Baixa, presenta un índice de crecimiento demográfico del -10,54 %, mientras que su tasa de crecimiento vegetativo es del -15,34 %. Su tasa migratoria es del -5,11 % y su índice de dependencia del 67,32 %. En Sumacàrcer, los parámetros demográficos que constatan su situación de riesgo de despoblación son: su crecimiento demográfico (-21,75 %), su tasa de crecimiento vegetativo (-19,26 %), su tasa migratoria (-9,77 %) y su índice de envejecimiento (281,19 %). Por último, los principales problemas, según la estadística, de Antella se deben al crecimiento demográfico del -25,07 %, a la tasa de crecimiento vegetativo del -22,48 %, a la tasa migratoria del -13,89 % y al índice de dependencia del 64,48 %. 

A estas localidades, hay que añadir otras cuatro que cumplen tres de los siete criterios que se consideran de riesgo. Por un lado, se encuentra Càrcer, que presenta índices negativos de crecimiento demográfico (-10,41 %), de crecimiento vegetativo (-10,01 %) y de migración (-6,97 %). Los mismos parámetros que retratan los problemas de despoblación de Cotes, que en dichas tasas presenta, por orden, los siguientes resultados: -14,55 %, -11,46 % y -9,91 %. Ocurre igual en Sellent (-16,48 %, -19,47 % y -6,05 %, respectivamente). En el caso de l’Énova, los indicadores más preocupantes son los del crecimiento demográfico (-12,02 %), crecimiento vegetativo (-15,53 %) y el índice de dependencia (69,4 %). 

24 pueblos con algún factor negativo

El informe autonómico señala hasta 24 localidades de la Ribera que presentan al menos uno de los factores de riesgo de pérdida de habitantes. Un dato que evidencia la profundidad del problema de la despoblación en una comarca que, según diversos estudios, se verá más afectada que otros territorios por la pérdida de habitantes y su envejecimiento. Y aunque pueda parecer que es la situación que afecta sólo a los pueblos más pequeños, la realidad es que municipios de mayor tamaño también presentan resultados negativos en alguno de los parámetros analizados.

La ciudad más poblada incluida en esta lista es Carcaixent, cuyo crecimiento demográfico es del -1,69 %. A pesar de que todavía supera los 20.000 habitantes, llegó a rozar los 22.000 hace algo más de una década, por lo que en los últimos años su censo se ha reducido. Alberic es otra de las localidades de mayor tamaño que presenta datos negativos en uno de los criterios. En su caso, el informe le otorga una tasa migratoria del -6,5 %.

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