El Catastro registra 11.000 inmuebles más que hace cinco años en la Ribera

Todos los signos apuntan a un periodo de expansión económica en la Ribera. A los datos conocidos recientemente que marcan una clara mejora en el nivel de paro o la contratación se pueden añadir otros, como es el crecimiento que ha experimentado el número de inmuebles. La comarca posee ahora 11.226 locales comerciales, industriales y residenciales más que hace cinco año.

A pesar de que el contexto global no ha sido el más halagüeño, con una pandemia mundial o la guerra de Ucrania de por medio, lo cierto es que los datos dejan patente que la comarca ha vivido un periodo de crecimiento en múltiples aspectos. Hace cinco años, el número de parados superaba los veinte mil, mientras que el último informe del servicio valenciano de empleo contabilizaba algo más de diecisiete mil.

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Y lo mismo ocurre con los indicadores urbanísticos. Es innegable que la comarca se encuentra en un momento de expansión, a pesar de que el escenario internacional era el menos propicio para ello. La Dirección General del Catastro atribuía a la comarca 282.372 bienes inmuebles al cierre del año 2017, mientras que a la conclusión de 2022, última cifra conocida, este valor ascendía a los 293.598. Esto supone 11.226 más en tan sólo un lustro. O lo que es lo mismo, un incremento del 4 %.

El crecimiento general se reparte de forma heterogénea entre las diversas tipologías de inmuebles. Las parcelas industriales son las que menos han crecido, apenas un 0,3 % al pasar de 11.400 a 11.436, tan sólo 36 más. En cambio, aquellas destinadas al uso comercial han aumentado un 7,7 %, ya que en 2017 eran 6.818 y al inicio del actual ejercicio ascendían a 7.343, medio millar más. Dos datos, uno más positivo que otro, que en conjunto ponen de manifiesto que la Ribera ha experimentado un periodo de expansión económica en los últimos cinco años. De igual modo, la comparativa del lustro también refleja un incremento de aquellas propiedades residenciales. Hay ahora más viviendas que hace cinco años. En este caso, la variación ha sido de un 1 %, al pasar de 189.330 a 191.232 entre 2017 y 2022. El contrapunto lo aporta la estadística de locales de ocio y restauración, pues se han perdido alrededor de 60 en el periodo analizado.

Comparativa entre ciudades

Entre las grandes localidades, Alzira ha crecido en casi todos los parámetros, a excepción del ocio y la restauración, donde las cifras no han variado en cinco años. Sin embargo, las parcelas industriales registradas en el Catastro han aumentado un 8,7 % al pasar de 706 a 768. El incremento ha sido menor en el resto. Los locales comerciales son ahora 1.629 frente a los 1.583 de 2017 (un 2,9 % más), mientras que los inmuebles residenciales han aumentado de 24.016 a 24.040. Por lo que la capital de la Ribera Alta ha experimentado un notable crecimiento. Al igual que la de la Ribera Baixa. Sueca posee a día de hoy un 19,7 % más de locales comerciales, mientras que el aumento de las parcelas industriales alcanza el 16 %. En su caso, la estadística nacional también registra cinco bares o locales de ocio más, además de un centenar de viviendas más. En Algemesí, en cambio, el número de inmuebles industriales ha caído (-4,7 %), aunque ha crecido el de comerciales (14,7 %). Situación similar a la de Carcaixent, si bien con valores más pequeños, ya que la caída industrial es solo del 0,5 % mientras que el aumento comercial, del 6,3 %. Por último, en Cullera han aumentado comercios (4,6 %), pero han disminuido industrias (-3,6 %) y locales de ocio y restauración.

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