Carcaixent mira atrás ante otro hallazgo arqueológico

La aparición de grandes piedras sillares obliga a paralizar la obra de un gimnasio escolar para estudiar y catalogar su incierto origen

El descubrimiento llega tras la aparición y restauración de pinturas del siglo XV en la ermita de Sant Roc

Piedra tallada encontrala en el subsuelo del colegio.

Piedra tallada encontrala en el subsuelo del colegio. / Levante-EMV

A. C.

La historia ha aflorado durante los últimos meses en Carcaixent de manera tan inesperada como trascendente. En el primer caso para sacar a la luz excepcionales pinturas murales de vivos colores, datadas en el siglo XV, que permanecían ocultas bajo sucesivas capas de templina y cal en las paredes de la ermita de Ternils y, en el segundo, por la aparición de grandes piedras sillares bajo la superficie del colegio Navarro Darás. Este último hallazgo, que ha obligado a paralizar la construcción de un gimnasio escolar, todavía resulta una incógnita. 

Un hallazgo inesperado que habrá que evaluar

Un hallazgo inesperado que habrá que evaluar / Levante-EMV

Los frescos del viejo templo parroquial de Ternils corresponden a una representación de la Santa Cena. También han aparecido restos de pinturas de santos vinculados a la tradición iconográfica local y motivos barrados con los colores rojos y amarillos de la enseña real de Jaume I. La ermita, una pequeña joya gótica del siglo XIII que bien merece en sí misma una visita, ha ganado valor con la nueva estética interior. No existen muchos ejemplos de pinturas de esa antiguedad en el territorio valenciano. El ayuntamiento no tiene dudas en que habrá que rentabilizar ese nuevo atractivo. Ya se barajan planes en ese sentido.

Los expertos, en cambio aún no han podido precisar a qué obeceden los enormes bloques de piedra tallada encontrados en el colegio. Se barajan varias hipótesis. Podrían formar parte de alguna vieja infraestructura hidráulica, de la plataforma de la línea ferroviaria que se prolongaba hasta Dénia o bien de algún edificio de porte nobiliario. Un arqueólogo dispondrá ahora de dos meses para ordenar las excavaciones y documentarlas, según confirmó ayer la alcaldesa, Carolina Almiñana.

El hallazgo tuvo lugar a finales de junio. La conselleria de Patrimonio ha ordenado paralizar las obras hasta que concluya el estudio arqueológico. La antigüedad de los restos determinará el nivel de protección que se asigne. El gimnasio se retrarará e incluso podría cambiar de ubicación.