La nueva gerente del Hospital de la Ribera reivindica que no haya ni un pueblo pequeño sin médico

Rosabel Ribes reconoce las dificultades que existen para cubrir bajas, pero defiende el derecho universal de cada vecino a acceder al sistema sanitario

Hospital de la Ribera, en una imagen de archivo.

Hospital de la Ribera, en una imagen de archivo. / PERALES IBORRA

Rubén Sebastián

Rubén Sebastián

Episodios como el ocurrido este verano en Sellent y varios pueblos de la Vall del Xúquer este verano, con tan sólo un día de atención médica a la semana, plantean uno de los principales retos que asumirá Rosabel Ribes como nueva gerente del Departamento de Salud de la Ribera. La alcudiana, que ya aseguró a Levante-EMV ser una firme defensora de la sanidad pública, universal y gratuita, tampoco duda a la hora de señalar una de las grandes problemáticas sanitarias que afectan a la comarca: «No se puede consentir que un pueblo pequeño no tenga médico».

Es una de las muchas tareas que Ribes sabe que le esperan en el momento en el que tome posesión de su cargo. «Es verdad que estos pueblos no pertenecen al departamento de la Ribera, pero como trabajadora del área de Xàtiva conozco su realidad. Una de las grandes tareas pendientes que tendremos entre manos va a ser esa, la de la medicina rural», expone la próxima gerente, que añade a continuación: «Vamos a tener que repensarnos nuestra organización para mejorar la atención primaria, pero no se puede consentir que un pueblo pequeño no tenga médico. Tenemos que trabajar para lograr una sanidad equitativa, todo el mundo tiene que tener las mismas condiciones y, por supuesto, el mismo derecho a tener un médico».

Con todo, la propia Ribes reconoce que la situación es compleja. «Venimos de una época muy complicada. El sistema sanitario se ha visto falto de recursos humanos y económicos. Llega el verano y hay muchas personas que se van de vacaciones y nadie cubre su hueco. Se piden notas desorbitadas y se forman pocos médicos, por lo que la gente joven tiene una difícil accesibilidad, van a ser años muy difíciles», reconoce sobre el escenario actual y el venidero. A ello apostilla: «Todos nos llenamos la boca diciendo que la sanidad española es de las mejores del mundo. Es cierto, pero hemos bajado un par de peldaños y tenemos que subirlos de nuevo».

Otro de los quebraderos de cabeza para la nueva gerencia del Departamento de Salud de la Ribera se encuentra en las relaciones laborales. «Es otro de los aspectos complejos, ya que ahora mismo existen dos tipos de trabajadores. Está, por un lado, el personal laboral que venía de la empresa y, por otro, los estatuarios. Vamos a tener que limar asperezas e intentar que los convenios sean cada vez más equilibrados para que no existan más conflictos», destaca Ribes. 

Listas de espera

Por último, la alcudiana reconoce que otro de los temas sobre la mesa será la ampliación del hospital de Alzira, «que se ha quedado pequeño y alejado en el tiempo». A pesar de las inversiones realizadas en los últimos años, especialmente tras asumir el Consell la gestión directa, todavía son muchas las mejoras pendientes en el edificio. Tanto a nivel de infraestructuras médicas como en materia de accesibilidad, con un aparcamiento incapaz de asumir la gran cantidad de vehículos que allí se dan cita a diario.

De igual modo, Ribes pone su foco de atención en la demora quirúrgica. Si bien es cierto que el departamento ribereño se encuentra muy por debajo de la media autonómica, su futura gestora afirma que el escenario ideal «es aquel en el no existan las listas de espera» ya que «todos los pacientes tienen que ser atendidos siempre». Consciente de que es tremendamente complejo, aboga por realizar «bolsas de prioridades» para aligerar la demora.

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