El extraordinario calor otoñal tras la lluvia favorece la eclosión del mosquito tigre

Los ayuntamientos de la Ribera refuerzan los tratamientos en una época que ya de por sí suele marcar uno de los picos poblacionales del año

Un operario realiza una aplicación contras las larvas en imbornales de la plaza Mayor de Alzira.

Un operario realiza una aplicación contras las larvas en imbornales de la plaza Mayor de Alzira. / Ajuntament d'Alzira

Las lluvias de mediados de septiembre y las altas temperaturas registradas con posterioridad, con los termómetros por encima de los 30 º C este último fin de semana, representan un caldo de cultivo perfecto para la proliferación del mosquito tigre en una época que, de forma cíclica, suele marcar uno de los picos poblacionales del año. Los ayuntamientos de la Ribera están reforzando los tratamientos para mantener bajo control la incidencia de este molesto insecto, según ha confirmado el entomólogo Rubén Bueno, responsable técnico de Laboratorios Lokímica, la empresa que coordina la lucha contra las plagas de mosca negra y mosquito tigre en la mayor parte de los pueblos de la comarca.

Estas mismas condiciones ambientales están en el origen de la eclosión de «rantellas» vivida hace escasamente un par de semanas en Sumacàrcer, si bien estos pequeños insectos no tienen «ninguna implicación desde el punto de vista de la salud pública», señala Bueno, ya que no pican al ser humano «y la situación poblacional se revierte en penas 72 horas porque vive muy poco».

Las condiciones ambientales están en el origen de la reciente proliferación de «rantellas» en Sumacàrcer

Solo cuando la eclosión de «rantellas» se produce en lugares sensibles, como puede ser el entorno de un hospital o de alguna industria agroalimentaria, se plantea aplicar un tratamiento de control mientras que, de lo contrario, se deja que complete el ciclo vital, que es corto. 

«Siempre que se da una combinación de episodios de precipitaciones elevadas con altas temperaturas, que en este caso persisten, se generan las condiciones perfectas para que proliferen tanto mosquitos como ‘rantellas’», señala el director técnico de Laboratorios Lokímica, mientras explica que el período comprendido entre finales de septiembre y principios de octubre suele ser de «intensa» actividad para el mosquito tigre, por lo que la planificación anual de los tratamientos ya contempla aplicaciones en estas fechas.

Bueno señala que se trata de una situación «global» ya que, en el caso de la Ribera, el mosquito tigre está presente en todos los municipios. Los ayuntamientos son los que trasladan las quejas que puedan recibir de los ciudadanos, lo que permite identificar aquellos puntos en los que se tienen que redoblar esfuerzos contra esta plaga.

Sin ir más lejos, la empresa concesionaria del servicio en Alzira iniciaba la semana pasada los trabajos de control con aplicaciones contra las larvas del mosquito tigre en imbornales donde, la presencia de agua, puede favorecer su desarrollo. Los trabajos comenzaron en el centro de la ciudad, el barrio de la Vila y en diferentes parques de la ciudad, con la previsión de extender estos tratamientos en días sucesivos por otras zonas del núcleo urbano, según informó el propio ayuntamiento.

A diferencia de las «rantellas», las hembras del mosquito tigre sí pican a las personas y pueden ser un vector en la transmisión de enfermedades, de ahí los esfuerzos a lo largo de todo el año para mantener la plaga bajo control, si bien los expertos advierten de que en muchas ocasiones el origen de los focos se sitúa en el ámbito privado, con pequeñas acumulaciones de agua en terrazas o jardineras, por lo que apelan a la concienciación ciudadana.