Sanidad y Alzira expropiarán terrenos para añadir aparcamientos al hospital

El ayuntamiento remite al gobierno autonómico los espacios disponibles en el Plan General para que elabore el proyecto de la necesaria ampliación

La gerencia del centro considera prioritaria la intervención al tratarse de un problema histórico

Más de 30.000 metros cuadrados, de propiedad privada, podrían servir para la ampliación.

Más de 30.000 metros cuadrados, de propiedad privada, podrían servir para la ampliación. / Agustí Perales Iborra

Rubén Sebastián

Rubén Sebastián

El Ayuntamiento de Alzira ya ha enviado a la Conselleria de Sanidad los informes urbanísticos pertinentes para que conozca con exactitud la disponibilidad de terrenos aptos para realizar la necesaria ampliación del aparcamiento del hospital. Son 32.820 metros cuadrados que, una vez comprados o expropiados, ayudarían, como mínimo, a aliviar el endémico problema que atenaza los accesos de un centro asistencial que atiende a una población de más de 200.000 habitantes y que ofrece menos de un millar de plazas en su parking. El colapso es diario.

El gobierno municipal, pero también el Consorci de la Ribera (que congrega las dos mancomunidades), han reclamado con insistencia una actuación urgente y han solicitado, igualmente, el apoyo de la Diputació de València al entender que el problema excede el ámbito comarcal y que toda ayuda supramunicipal es necesaria. También se han manifestado en término similares los sindicatos, los trabajadores y, por supuesto, los pacientes y familiares. El actual presidente del Consell, Carlos Mazón, no dudó a la hora de situar el hospital de Alzira entre sus prioridades inversoras. Reconoció que eran muchas sus carencias y se comprometió a mejorar la atención. Ahora, la comarca espera una respuesta que esté a la altura de sus promesas.

Limitaciones

Los primeros pasos, no obstante, no se han dado en las altas instancias del gobierno valenciano. La gerencia del centro ha expresado por activa y por pasiva su intención de solventar el problema del aparcamiento y se lo ha hecho saber al gobierno municipal en sus distintas reuniones con el área de Urbanismo. El concejal responsable del departamento, Andrés Gomis, explicó ayer a Levante-EMV que sobre el mapa existen dos opciones. «La Diputació ofreció, en su momento, la cesión de un terreno pequeño, aunque nunca se llegó a hacer nada porque la conselleria le veía problemas. En ella cabían menos de cien vehículos. Además, junto al hospital, existe una zona reservada en el Plan General para la ampliación del hospital de 32.820 metros cuadrados. Con toda esa información, ya pueden elaborar el proyecto que consideren oportuno», indicó el edil.

El vehículo privado tiene pocas opciones de aparcamiento en el hospital.

El vehículo privado tiene pocas opciones de aparcamiento en el hospital. / Agustí Perales Iborra

Por su parte, el alcalde de la ciudad, Alfons Domínguez, apeló a la necesaria colaboración de todas las administraciones para resolver un problema histórico. «A nosotros siempre nos van a encontrar con la puerta abierta, pero cada uno debe asumir sus competencias y responsabilidades. Mientras no se construya otro hospital en la Ribera Baixa, este es el único que hay y tiene sus limitaciones», subrayó.

Movilidad alternativa

Domínguez aseguró ayer que el problema del hospital no solo se debe resolver con un aparcamiento de mayor tamaño. «Es una necesidad de primer orden, pero, siendo realistas, no será suficiente. Hay que abordar también el prisma de incentivar una movilidad alternativa», expresó la máxima autoridad municipal. El gobierno alzireño tiene en mente diversas opciones que, nuevamente, requieren de una apuesta firme y decidida por parte de las administraciones superiores, que poseen un mayor poder inversor. «Ya estamos estudiando la posibilidad de crear un carril ciclopeatonal entre la estación de tren y el hospital. A eso hay que añadir la creación de un autobús lanzadera y, por supuesto, estaría la opción de incrementar la frecuencia del servicio urbano. Pero también hacen falta más rutas con otros pueblos. De ese modo, es más fácil concienciar a trabajadores y usuarios de usar otros métodos de transporte», sentenció.