La federación de vecinos de Alzira insiste en ampliar más el cauce del Casella para evitar inundaciones

Alerta del riesgo de que el dragado previsto resulte ineficaz con el tiempo por la acumulación de sedimentos y la falta habitual de mantenimiento

Árboles que han crecido en el barranco de la Casella en una imagen de ayer.

Árboles que han crecido en el barranco de la Casella en una imagen de ayer. / Levante-EMV

La Federació d’Associacions de Veïns d’Alzira (FAAVV) ha alertado de que no aprovechar la posibilidad de eliminar el ramal de deceleración que enlaza la CV-50 con la antigua carretera de Carcaixent para dar una mayor amplitud al barranco de la Casella en el proyecto impulsado por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) para evitar inundaciones en el casco urbano supondría «malgastar» los 24 millones de euros en que se ha estimado el coste de las obras.

La entidad vecinal basa este argumento, que expone en las alegaciones elaboradas para pedir que se modifique el proyecto, en que la apuesta de la CHJ de bajar el nivel del lecho del barranco en lugar de buscar más amplitud en el punto crítico que hoy representa el Pont de Xàtiva puede resultar ineficaz con el paso del tiempo ya que requerirá de un mantenimiento que habitualmente no se ha realizado en el barranco.

«No ponemos en duda los cálculos de ingeniería, ni nos oponemos a que, si hay que hacerlo, se profundice, pero conociendo que el barranco, además de agua, transporta en función del caudal arena, grava y piedras, la experiencia de haber observado año tras año la ausencia de trabajos de mantenimiento en el cauce nos da a entender que los sucesivos sedimentos reducirán el factor vertical, reduciendo la sección con lo que si no se amplía también horizontalmente, es más que probable que volverán a producirse retenciones de caudales e inundaciones en Alzira».

La CHJ somete en estos momentos a exposición pública el proyecto de mejora de la capacidad de desagüe del barranco de la Casella, que prevé una ampliación mínima del cauce a la altura del Pont de Xàtiva y que, con el fin de ganar espacio para permitir el paso de los caudales estimados para una avenida de un periodo de retorno de cien años, aboga por profundizar en el lecho del barranco. La amplitud del torrente se encuentra condicionada en este punto por la presencia de un edificio catalogado en la orilla izquierda, como es el Molino de Montagud, mientras que el carril de deceleración y la propia CV-50 marcan el límite derecho. 

También el alcalde de Alzira ha mostrado su intención de presentar alegaciones en nombre del ayuntamiento para solicitar que el barranco se amplíe en este punto todo lo que sea posible ya que con la previsión de construir un nuevo puente a unos 150 metros aguas arriba del actual, este enlace de la CV-50 con la antigua carretera de Carcaixent carecerá de sentido. El consistorio ha elevado la propuesta de reordenación de este enlace al área de Carreteras para definir la nueva conexión e invertir los 5 millones asignados por el Gobierno central a este proyecto.

Las alternativas barajadas ya contemplaban eliminar el ramal que baja de la CV-50

La federación de vecinos recuerda que las tres alternativas que se han barajado tras la negativa del área de Carreteras a derribar el paso elevado de la CV-50 que preside esta entrada a Alzira «sacrificaban» el carril de deceleración que baja hasta la antigua CV-41 y defiende la necesidad de ganar el espacio que ocupa la mota y este carril para ampliar el barranco. Pascual Fandos Alzira