El cadáver del alzireño aparece desnudo y sin signos de violencia sumergido en el río

La Policía halla el cuerpo una semana después de que su familia diera la alarma

Los investigadores descartan que una persecución causara su huida tras el accidente 

Su entorno admite que atravesaba un momento emocional complicado

Así ha encontrado la Polícia Nacional el cadáver del joven desaparecido en Alzira

Policía Nacional

Rubén Sebastián

Rubén Sebastián

Una semana después de que Francisco Ausina Román, de 41 años, desapareciera sin dejar rastro de Alzira tras sufrir un leve accidente de tráfico, agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía Nacional hallaron ayer el cadáver del alzireño en las aguas del río Xúquer. Concretamente, a la altura del Pont de Ferro. La investigación sobre el suceso sigue todavía abierta a la espera de determinar la causa del fallecimiento a través del estudio forense del cuerpo, aunque, según ha podido saber Levante-EMV, no presentaba signos de violencia visibles, por lo que la hipótesis de que se viera involucrado en un altercado pierde consistencia.

El alcalde, al teléfono, y otras autoridades en la zona del hallazgo.

El alcalde, al teléfono, y otras autoridades en la zona del hallazgo. / R. Sebastián

De hecho, la Policía sospechó desde un primer momento que podía tratarse de una fuga voluntaria. La familia había reconocido ante los agentes que estaba «raro» y que apenas había comido y dormido en los últimos días. Atravesaba un momento emocional complicado. Se encontraba, además, especialmente nervioso. Una de las pistas seguidas por los investigadores situaba a una persona de rasgos similares a las de Fran en Silla, por lo que se investigó la posibilidad de que hubiera subido a un tren y se hubiese marchado. Sin embargo, esa pieza del rompecabezas parecía no tener encaje.

Fran se había visto implicado en un accidente de tráfico con otro vehículo. Ambos circulaban a más velocidad de lo establecido (el límite en el casco urbano es de 30 km/h) y chocaron después de una maniobra. Tras la colisión, el alzireño abandonó a pie el lugar del siniestro. Aunque podía haberse interpretado como una persecución, el hecho de que los ocupantes del otro automóvil aguardaran la llegada de la policía para relatarle lo ocurrido restaba credibilidad a esta hipótesis. El rastro de Fran se perdió a un kilómetro de distancia y hubo testimonios que lo situaron en las inmediaciones del Pont de Ferro. El hallazgo posterior, el lunes, de la ropa del desaparecido añadió más incógnitas que certezas, pues se encontró en una zona aparentemente revisada con anterioridad.

Agentes de la policía científica junto al lugar en el que se depositó el cadáver.

Agentes de la policía científica junto al lugar en el que se depositó el cadáver. / R. Sebastián

Rastreo minucioso durante días

Familiares, amigos y vecinos, así como la Policía Local y Protección Civil, realizaron las primeras búsquedas en el término municipal y en el río a lo largo del fin de semana. Hasta un grupo de piragüistas lo intentó sin éxito. Medios profesionales se sumaron ya esta semana. La incorporación del Grupo Especial de Operaciones (GEO), que añadió medios humanos y tecnológicos como drones, ha resultado clave en el hallazgo de los restos mortales, aunque no ha sido una tarea sencilla. Tanto el martes como el miércoles los agentes peinaron el río sin que su búsqueda diera resultados.

Fue en la mañana de ayer cuando se localizó el cadáver sin ropa, bajo el puente, apenas a unos metros de donde los investigadores presumen que se precipitó al río. La autopsia será la que determine ahora las causas precisas del fallecimiento. El hallazgo se produjo alrededor de las diez de la mañana. Los agentes acordonaron poco después la zona para que la policía científica efectuara un minucioso registro en busca de indicios que puedan arrojar luz sobre el caso. La médico forense certificó más tarde el fallecimiento y efectuó un primer análisis del cuerpo, que fue trasladado al Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de València para su estudio.

El padre del fallecido agradeció ayer a las autoridades locales la ayuda prestada para rastrear el río y el apoyo mostrado por los ciudadanos durante la concentración convocada el pasado lunes. El ayuntamiento ha ofrecido ayuda psicológica a la familia, que vivió el desenlace de la búsqueda entre la tristeza por confirmar su fallecimiento y el sosiego que produce poner fin, aunque sea de una manera luctuosa, a una semana de angustia e incertidumbre