Sólo el 3% de los vehículos matriculados en la Ribera son eléctricos o híbridos

Menos de siete mil automóviles de los casi 250.000 registrados en la comarca obtiene los dos distintivos ambientales de mayor eficiencia energética que otorga la DGT 

Algo más de 80.000 son todavía demasiado contaminantes

Un vehículo recarga sus baterías en un punto instalado en Almussafes.

Un vehículo recarga sus baterías en un punto instalado en Almussafes. / Agustí Perales Iborra

Rubén Sebastián

Rubén Sebastián

Los vehículos eléctricos e híbridos escasean en las carreteras de la Ribera. Menos de un 3 % del parque móvil de la comarca utiliza motores de uno u otro tipo. Una cifra que pone de manifiesto la dificultad que atraviesan los modelos de automoción alternativos a la combustión interna

Según la última actualización del Banco de Datos Territorial realizada por el Institut Valencià d’Estadística, el parque móvil de la Ribera está compuesto por 243.337 vehículos. De estos, tan solo 1.645 han obtenido el distintivo ambiental azul de la Dirección General de Tráfico (DGT), que identifica a los más eficientes con la conocida como etiqueta de cero emisiones. Esto supone el 0,68 % del total. Un valor que, en la práctica, implica una casi nula implantación entre los medios de transporte utilizados habitualmente por la población.

El siguiente escalón de eficiencia energética, según los varemos de la DGT, es el que da a los automóviles la conocida como etiqueta Eco. En este apartado figuran tanto híbridos como eléctricos enchufables con autonomía inferior a 40 km, híbridos no enchufables (HEV), vehículos propulsados por gas natural y gas (GNC y GNL) o gas licuado del petróleo (GLP) que cumplan una serie de criterios sobre emisiones. Este tipo de vehículos representan el 1,98 % del total del parque móvil de la comarca, aunque ni siquiera alcanzan las cinco mil unidades.

Punto de carga para vehículos eléctricos en la Plaça del Regne.

Punto de carga para vehículos eléctricos en la Plaça del Regne. / Agustí Perales Iborra

Nivel de emisiones

Esto quiere decir que tan solo 6.470 de los 243.337 vehículos matriculados en la comarca se pueden considerar respetuosos con el medio ambiente, en lo que a emisiones nocivas durante su funcionamiento se refiere. Únicamente un 2,6 % del total.

La ausencia de vehículos eléctricos o híbridos en las carreteras de la Ribera es fruto de un círculo vicioso del que, por ahora, es complicado salir. Todavía no existe una red de puntos de carga capacitada para abastecer las necesidades de todos los conductores. Además, el elevado precio de este tipo de vehículos tampoco representa un incentivo, pues la gran mayoría excede lo que puede soportar la economía de una familia promedio. La pescadilla que se muerde la cola.

La mayoría de coches, motocicletas o transportes comerciales que circulan por las carreteras de la Ribera utilizan, por tanto, motores de combustión. Algunos de ellos, no obstante, se consideran menos dañinos por ofrecer niveles de emisiones inferiores. La DGT reconoce con la etiqueta C (verde) aquellos vehículos de combustión interna que cumplen con las últimas normativas europeas. En este peldaño figuran 82.037, el 33,71 %. El siguiente es el que conforman aquellos automóviles que, aunque no se encuentran entre los más eficientes, sí se encontraban dentro del marco europeo previo y, por ello, obtienen la etiqueta B (amarilla). Son 73.092 en la comarca, el 30 %. Por último, 81.738 (el 33,6 %) carecen de distintivo ambiental. Representan los vehículos más contaminantes.

Almussafes lidera la estadística

Solo una localidad de la Ribera escapa de esta tendencia. Se trata de Almussafes. Como referente industrial en el sector de la automoción, a pesar de los momentos de dificultad que atraviesa la factoría Ford, y municipio con mayor renta por habitante de la comarca, destaca por encima del resto en la implantación de vehículos híbridos y eléctricos. Este tipo de automóviles representan el 12,7 % del total, algo más de mil. Supone estar por encima incluso de Alzira (942), a pesar de que la capital ribereña multiplica por quintuplica su censo. De igual modo, implica concentrar prácticamente uno de cada seis vehículos de este tipo.

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