El PP renovará el principal eje viario de Carcaixent pero sin la peatonalización
La alcaldesa mantiene el proyecto heredado del gobierno anterior aunque conservará un carril para el tráfico e incluirá espacios para aparcar
Las obras comenzarán a mediados de año y se realizarán por fases para evitar que perjudiquen al comercio
Habrá más vegetación y se eliminarán todas las barreras que dificultaban hasta ahora el paso con sillas de ruedas
El Partido Popular, que gobierna en minoría enCarcaixent, mantendrá el proyecto de Compromís y el PSPV para renovar el principal eje viario de la ciudad, que transcurre entre el ayuntamiento y el paseo que da acceso al parque Navarro Darás, pero evitará que se transforme en una gran plataforma peatonal. Se habilitará un carril central de circulación para el tráfico, como reclamaban los vecinos y los comerciantes, y se ampliarán las aceras y las zonas reservadas a vegetación y arbolado. La alcaldesa, Carolina Almiñana, se lo comunicó directamente a los residentes en la tarde del miércoles. A la asamblea asistieron un centenar de afectados.
La reunión abierta al vecindario completa la que se mantuvo con los comerciantes hace un par de meses. Almiñana ha descartado rechazar los planes heredados del gobierno anterior. «Hemos querido respetar el trabajo de nuestros antecesores porque se ha invertido dinero en esa planificación técnica y no queremos malbaratar los recursos públicos. No podemos malgastar el tiempo y el coste que ya se ha pagado», justificó ayer. Aceptará por tanto el legado, aunque introducirá cambios para ser coherente con sus planteamientos políticos. El PP votó en su día contra ese diseño al no aceptar la peatonalización completa que se promovía.
Mejora de la red de suministro
La modernización de la calle Julià Ribera y San Francisco de Asís se abordará por fases y las obras no comenzarán hasta mediados de año. En los próximos «cuatro o cinco meses» se completarán los trámites técnicos y burocráticos, se licitará el proyecto y se adjudicará la obra. El primer tramo de calle que se levantará es el comprendido entre la casa consistorial y la sede de la Real Acequia de Carcaixent. La remodelación se aprovechará para mejorar la red de suministro, el alcantarillado y el cableado de los servicios públicos. Esa primera intervención concluirá en unos seis meses.
La reforma de la calle Julià Ribera de Carcaixent arrancará en 2024
Una vez resuelto el subsuelo se construirá una plataforma única que permitirá situar al mismo nivel tanto las aceras como la calzada central por la que transitarán los vehículos. El peatón y la vegetación ganarán espacios, pero no serán los únicos usuarios de la calle. Los coches mantendrá el sentido de la circulación dispuesto hasta ahora y también se reservarán tramos en las zonas más anchas para autorizar el aparcamiento de los coches. La alcaldesa se ha comprometido a negociar con propietarios de solares de esa área geográfica para incrementar las zonas de estacionamiento.
Contentar a todos
«De este modo, no sólo mantenemos el proyecto heredado del consistorio anterior para asegurar el mínimo gasto posible sino que atendemos las sugerencias y preocupaciones que nos han trasladado los vecinos y los comerciantes, que reclaman que se mantenga tanto el tráfico como la capacidad de aparcar en esa calle al tiempo que se gana en seguridad al eliminar las barreras que dificultaban el tránsito a las personas con movilidad reducida», defiende la primera autoridad local.
El PSPV reclama la reforma de la calle J. Ribera de Carcaixent
El ámbito de actuación se extiende más allá de las calles Julià Ribera y San Francisco de Asís al incorporar espacios adyacentes como la Plaça del Convent, la calle Creu y un tramo de Comandante Hernández y de la Plaça Major comprendido entre la calle Caporal Lloret y el Palau de la Marquesa, con el objetivo de dar continuidad y accesibilidad a los espacios centrales de la ciudad. El proyecto dará coherencia y continuidad al centro urbano.
El peatón gana la calle con la reurbanización del centro de Carcaixent
La intervención urbanística será muy larga y generará molestias. «Por eso se abordará por fases para evitar que las obras perjudiquen durante mucho tiempo a todos los comerciantes», aclara Carolina Almiñana. El proyecto se financiará con subvenciones de la diputación, fondos europeos y con los impuestos que se cargan al consumo del agua.
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