Vox retira en Montserrat los nombres de calles que buscaban dar visibilidad a la mujer

Un proyecto educativo instaló las placas no oficiales tras constatar que sólo había un vial en todo el pueblo con nombre femenino

El edil de Patrimonio alega que la duplicidad de rótulos provoca confusión y que el callejero no se puede usar «para el adoctrinamiento»

Instalación de una placa con nombre de mujer en la Plaça de Cervantes en el año 2022.

Instalación de una placa con nombre de mujer en la Plaça de Cervantes en el año 2022. / Levante-EMV

El gobierno de Montserrat salido de la moción de censura (PP-Vox-Aigua) ha retirado las placas con nombres femeninos que en la anterior legislatura se colocaron en las calles junto a las inscripciones con la denominación oficial para dar visibilidad a la mujer, después de que un proyecto educativo constatara que el callejero de la localidad únicamente contaba con un nombre femenino, la calle dedicada a Nuestra Señora de Montserrat. 

El concejal de Patrimonio, Carlos Martínez (Vox), asumió abiertamente en el último pleno que la orden de retirar esas placas con nombres femeninos la había dado él, al tiempo que justificaba la decisión señalando que la duplicidad de nombres «únicamente» contribuía a «confundir a los ciudadanos» y que no se podía utilizar la vía pública «para jugar al adoctrinamiento ni para duplicar nombres con carácter político y no oficial por simple capricho ideológico y en contra del interés común y público». 

Martínez señaló que muchas calles de Montserrat contaban con tres placas, el nombre oficial, el que tenía antiguamente «y la otra placa de color morado con nombre de mujer», y defendió que «la vía pública está para dar claridad y certidumbre a la ciudadanía, debe ser un modelo de orden y claridad, y no un elemento de confusión y desaguisado».

El exalcalde de Montserrat, el socialista Josep Maria Mas, ha calificado la decisión del concejal de Vox de «lamentable, deplorable» y como «una nueva acción neofascista» que la formación de extrema derecha realiza en el municipio «con la connivencia, el permiso y el beneplácito del alcalde y el grupo popular y el concejal de Aigua, Vicent Belenguer».

El exalcalde socialista califica la medida como «una nueva acción neofascista» y afea el silencio del PP

Proyecto educativo

Las instalación de estas placas con nombre de mujer en las calles de Montserrat fue el resultado de un proyecto educativo en el que participaron alumnos tanto del del IES Alcalans como del colegio Evaristo Calatayud junto a la concejalía de Juventud. El objetivo de este proyecto impulsado en el curso 2021/22, según detalla la memoria, era promover que los nombres de las calles y plazas de la localidad fueran representativos de la sociedad y «hacer visible el papel que las mujeres han tenido y tienen en todos los ámbitos», así como fomentar la participación de la infancia y la juventud en el marco de los actos del Día Internacional de la Mujer del año 2022.

El alumnado del instituto realizó en una primera fase una biografía de los hombres que daban nombre a las calles y con posterioridad buscaron mujeres que pudieran relacionar con ellos desde el punto de vista cronológico, profesional o simplemente por vínculos familiares. Trabajaron sus biografías y con posterioridad diseñaron las placas que instaló la brigada municipal. El proyecto también implicó a la comunidad educativa para elegir el nombre de una mujer valenciana de relevancia a la que dedicar una calle y de ese proceso salió el de la oncóloga Ana Lluch. El cambio de nombre se formalizó el 8 de marzo de 2022, coincidiendo con el día de la mujer, y la propia doctora visitó la localidad un par de meses después. Este rótulo con el nombre que es oficial se conserva.

El edil socialista Juan Carlos Peñalver se interesó en el último pleno por la retirada de las placas ante la proximidad del 8 de marzo. La pregunta iba dirigida a la concejal de Educación, pero fue Carlos Martínez (Vox) quien contestó. Tras defender que el motivo principal era evitar confusiones por la diversidad de nombres, no dudó en señalar que se había preocupado por conocer quiénes eran las mujeres que figuraban en esas placas y enumeró media docena para tratar de cuestionar la relevancia de algunas de ellas, incidir en otras en su militancia en partidos de izquierdas o que se trataba de escritoras «en lengua catalana», señaló en el caso de Mercé Rodoreda.