La piratería regresa a Cullera 474 años después

La recreación histórica ha llenado las calles del municipio costero

Cullera retrocedió este pasado fin de semana 474 años atrás. La ciudad turística de La Ribera Baixa revivió el histórico desembarco del Pirata Dragut con el objetivo de asaltar el municipio, como hizo el 25 de mayo de 1550, marcando un antes y uno después tanto para Cullera como para sus habitantes. Esta recreación histórica, que nació como un reclamo turístico, llenó por completo a lo largo del fin de semana todo el casco antiguo.

Gran expectación

Gran expectación / Joan R. Gimeno

Tanto el sábado como el domingo, a las 19 horas, se llevó a cabo el ataque del temido pirata. Tras las interpretaciones musicales de 'La historia de Dragut' y ‘Yo soy Dragut’ en la Casa de l’Ensenyança, los piratas, armados con lanzas, espadas y gumías, aparecieron por sorpresa en el embarcadero de la calle del Riu a bordo de un barco que había surcado las aguas del río Xúquer.

Desde esta calle, los piratas iniciaron su incursión hacia el centro de la ciudad sembrando el terror por allá donde pasaban. Al llegar a la Plaza España, se realizó el secuestro de la doncella que sirvió de prolegómeno del intenso y apasionante combate que disputaron los piratas saqueadores y los soldados del rey en el Patio de la Iglesia. Durante esta reyerta los soldados contaban con el apoyo del pueblo alzado contra el pirata turco.

Recreación de las luchas medievales

Recreación de las luchas medievales / Joan R. Gimeno

Batallas y mercado histórico

El desenlace de esta recreación se desarrolló en los Jardines del Mercado, donde se libraba la gran batalla final que culminó con la entrega del pueblo secuestrado. La escenografía contó con el apoyo de varios comercios, restaurantes y tiendas de ocio de Cullera, que decoraron y ambientaron sus fachadas. Cullera también abrió un Mercado Pirata, donde vecindario y todos visitantes pudieron disfrutar de piratas, doncellas, prisioneros, juglares, malabares, tiendas medievales y juegos infantiles. 

La concejala de Cultura Festiva, Susi Melià, ha valorado que ese «hecho histórico hace que la ciudad sea única y permite, generación tras generación, demostrar lo que sucedió hace casi cinco siglos y mantener nuestra historiografía local intacta y muy viva». La figura histórica del pirata Dragut, que tanto daño causó en Cullera, sirve ahora para todo lo contrario: para aportar riqueza y fomentar el turismo cultural en la localidad.