El Gobierno local de Tavernes de la Valldigna, de Compromís, ha adjudicado, a lo largo de la presente legislatura, varios trabajos con la empresa del hermano de la concejala de Contratación, Llum Sansaloni, por valor de 106.000 euros, según señaló ayer el grupo municipal del PP.
La mercantil en cuestión se encarga, especialmente, de la instalación y mantenimiento de césped artificial en jardines y el suministro de árboles y plantas. Sin embargo, según los populares, llama la atención que el concepto de algunas facturas corresponde a «consergería de la piscina», dijo la concejala popular, Raquel Escrivà, una actividad que, «en principio nada tiene que ver con lo que es habitual en de esta empresa».
Según lo que apuntan los populares, esta mercantil, radicada en Tavernes, se habría adjudicado «contratos menores que, por su cantidad, se hacían mediante un procedimiento negociado sin publicidad». Desde el PP compararon la situación con la de la política madrileña, Tania Sánchez, a la que acusan de estar involucrada en contrataciones que beneficiaban a su hermano. «Compromís no se queda detrás, hacen igual o peor», denuncian.
Para el PP, esta situación supone «una inmoralidad y una vergüenza por la vara de medir en cuanto a les actuaciones de la concejala y la manga ancha que le ha permitido el alcalde de Compromís. «El gobierno de Jordi Juan decía que no había dinero en 2012, recortaba servicios y ayudas a los ciudadanos y mientras subía las contribuciones un 30 %», denunciaron.
«Que no den lecciones de moral»
Tanto Jordi Juan como la edil afectada quisieron responder a las acusaciones explicando, primero, que «todos los contratos cuentan con el informe a favor de la intervención y del jefe de Contratación y se han llevado a cabo bajo la más estricta legalidad».
El primer edil destaca que «se trata de una empresa local con la que, por cierto, ya trabajaba el PP cuando gobernaba».
El alcalde dice no entender la actitud de los populares a los que acusa de «estar de campaña» y dijo no estar dispuesto «a recibir ninguna lección de moral económica al Partido Popular, un partido lleno de corruptos, que dejó Tavernes con una déficit de 4,5 millones de euros, 16 millones de deuda con los bancos y 1,6 millones de euros en facturas en los cajones».
Por su parte, Llum Sansaloni remarcó que «todos los contratos están revisados por el secretario y el interventor» y remarcó «el gran trabajo que hemos hecho por hacerlo todo de la forma más rigurosa posible». Sansaloni alegó que «lo hemos hecho pese a la difícil situación que nos dejó el PP» y dijo que «si nos hubiéramos dedicado a sacar sus trapos sucios no habríamos tenido tiempo para dedicarnos a lo verdaderamente importante».
