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Bellreguard logra que se derriben las naves en las que se electrocutó un ladrón de cobre

El ayuntamiento ha tenido que actuar por vía judicial para acabar con el riesgo de la antigua Carpema

Bellreguard logra que se derriben las naves en las que se electrocutó un ladrón de cobre

El administrador concursal de la antigua empresa Carpema, dedicada a la industria de la madera, ha derribado finalmente las naves situadas junto a la carretera nacional 332, en el término de Bellreguard, después de que el Ayuntamiento de esta localidad haya tenido que recurrir a la vía judicial para lograrlo.

Las enormes instalaciones de Carpema quedaron abandonadas hace años y, lo que es peor, a merced de numerosos ladrones de cobre y otros metales que entraron allí para llevarse elementos de valor. En una de esas acciones un ciudadano marroquí murió electrocutado al tocar un cable que aún tenía tensión, como en su día informó Levante-EMV.

Esta situación de riesgo llevó al alcalde de Bellreguard, Jaume Ascó, a exigir a la empresa que adoptara las medidas necesarias para, o bien cerrar todos los accesos, o bien derribar las naves, cuya estructura y techumbre eran ya una auténtica ruina.

En dos ocasiones el ayuntamiento tuvo que acudir a los juzgados para conseguir su propósito y ahora solo falta que se recojan los escombros que han quedado en la gran extensión. Carpema llegó a ser una empresa referente de la madera dentro y fuera de la Safor.

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