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La comarca pierde otros 2.200 inmigrantes y suma 8.800 menos desde que estalló la crisis

El endurecimiento en el acceso a los servicios sanitarios, además del paro, es una de las causas de este descenso

Ya hace tiempo que los municipios de la Safor dejaron de ser la tierra de las oportunidades para aquellos que huían de sus países dejando atrás la explotación laboral, las desigualdades o los bajos salarios. Desde 2008, más de 8.800 ciudadanos extranjeros han abandonado la comarca, bien tomando el camino de regreso o desplazándose a otros puntos de la Comunitat Valenciana o el país.

Lo dicen los datos del Instituto Nacional de Estadística en el informe sobre el estado del padrón continuo de 2015.

A 1 de enero del año pasado había empadronadas un total de 27.742 personas de distintas nacionalidades. Supone la cifra más baja desde 2008. Por el camino, ocho años en los que la presencia de ciudadanos extranjeros no ha hecho más que decrecer. Solo un dato. En 2008, con un total de 182.853 habitantes en el conjunto de los 31 municipios de la comarca, la población extranjera suponía un 20 % del total (37.264). En 2015, con 174.459 vecinos, el porcentaje de inmigrantes descendió hasta el 15 %, es decir, un 5 % menos. Por cierto, que esa mengua de la colonia extranjera es una de las causas de que la población total de la Safor haya disminuido en un 4,5 %, es decir, casi idéntica cantidad en la que lo han hecho los inmigrantes.

Pese a que se habla de una hipotética recuperación económica y a pesar de que las cifras del desempleo han mejorado sensiblemente en el último año, solo entre 2014 y 2015 se marcharon 2.200 extranjeros (7,3 %), por lo que, lejos de frenarse, la salida de personas de otras nacionalidades no hace sino ir en aumento año a año.

Detrás de esta situación, como es lógico, está la crisis económica pero también influyen otros factores como el endurecimiento para tener acceso a los servicios sanitarios o la subida de impuestos.

Por nacionalidades, los rumanos siguen siendo la comunidad más numerosa, con 4.842 personas. Pese a ello, también han perdido población. En concreto, en 2015 había 322 menos que el año anterior. Los búlgaros, por ejemplo, pasaron de 4.593 a 4.130 (463 menos). También redujeron su colonia los británicos (267 menos), franceses (56 menos), ecuatorianos (56 menos), bolivianos (-92), colombianos (-33), chinos (-13), marroquíes (-116) o senegaleses (-12), entre otros.

Rusos y ucranianos crecen

Solo dos de las 29 nacionalidades distintas registradas en la Safor crecieron a lo largo del año pasado. Se trata de los rusos, que pasaron de 277 a 312, es decir, 35 más, y los ucranianos, que pasaron de 468 a 473, cinco más.

Solo en la ciudad de Gandia, capital comarcal, el año pasado se marcharon un total de 1.104 inmigrantes, mientras que en Oliva, que cuenta con una importante colonia de ciudadanos británicos, el número de extranjeros disminuyó en 545. En Tavernes, por su parte, hicieron las maletas alrededor de unas cuarenta personas.

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