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El suecano que puso ritmo a los guateques de los años sesenta

El repertorio del ribereño llegó a superar la cantidad de seiscientas creaciones registradas en la SGAE, recorriendo los géneros musicales más populares de la época

La llegada de los años sesenta del siglo pasado fue como oro en paño para el compositor Mario Sellés Roig (Sueca, 1931-Madrid, 2005). La radio contribuyó más que nunca a promocionar la música ligera de producción nacional y esas canciones tenían una buena aceptación en el mercado en forma de discos de vinilo de 45 revoluciones por minuto (RPM). Eran los años de los guateques con el imprescindible Pick Up, reproductor que con el tiempo adoptaría su forma castellana de tocadiscos y la Real Academia de la Lengua Española adaptaría como picú.

Algunos de los temas del autor suecano alcanzaron los primeros puestos de los hit parade (listas de éxitos) españoles, europeos y americanos. Bravo recorrió prácticamente la totalidad de latinoamérica, fue número 1 en las listas de ventas de Estados Unidos, Puerto Rico y otros países. Sus temas también sonaron en el Waldorf Astoria de Nueva York, la Casa Blanca ante Ronald Reagan o el Vaticano. Prueba de su copiosa y fructífera producción, y en reconocimiento, la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) mostró sus condolencias a través de una esquela publicada en un periódico de Madrid el 4 de enero de 2005, el día siguiente de su fallecimiento.

La dimensión del personaje queda reflejada en el hecho de que su repertorio llegó a superar la cantidad de seiscientas creaciones registradas en la SGAE recorriendo los géneros musicales más populares de la época. La Biblioteca Nacional de España tiene datadas 168 obras y su participación en otras 40. Cada cual, interpretada por Raphael, fue reconocida como la mejor canción europea en el certamen Canzoni per l'Europe en la edición de 1963.

De la zarzuela y la revista a Madrid

Desde su tierra estrena la zarzuela La abeja en 1951. Paralelamente pone en marcha una compañía de revista que recorre teatros valencianos con espectáculos titulados Ronda Internacional, Bellezas en el Alkázar y A casarse tocan, señoritas. El éxito sobre los escenarios no tuvo su reflejo en lo económico.

Los inicios en Madrid, donde se estableció en 1955, no fueron fáciles. Su destino cambió al conocer al letrista Miguel Portolés, con quien mantuvo una fructífera relación profesional. También trabajó con Rafael Ibarbia, director de la Orquesta de Radio Televisión Española, con quien grabó discos de larga duración de adaptaciones de éxitos internacionales del momento.

El compositor suecano comienza a destacarse en el círculo de productores musicales de la Villa y Corte cuando gana el Festival de Madrid en 1960 con la canción Concierto de amor. Y repetiría galardón sobre el mismo escenario en 1963, con Enseña tus manos. Un año antes había representado a España en el Festival de la Canción de Eurovisión que se celebró en Luxemburgo con el tema Llámame interpretado por el barcelonés Víctor Balaguer. Para ello tuvo que competir en la final española con un consagrado José Guardiola y un joven Raphael. La canción no obtuvo ni un solo punto del jurado internacional. El tándem Sellés-Portolés levantó en dos ocasiones la Sirenita de oro que recogían los ganadores del Festival de Benidorm. Lo hicieron en 1963 y 1971 con las melodías La hora y Mi rincón, respectivamente. Fueron interpretadas por Alberto Pestaña y Rosalía, en el primer caso, y por el valenciano de Almassora, Ely Forcada, en el segundo. La amplia dedicación de Mario Sellés al festival de la ciudad turística por excelencia de la Marina Baixa, llevó a que el ayuntamiento y Radiocadena Española, entidades organizadoras del certamen, le concedieran la Medalla de Honor en 1983, coincidiendo con la 25 edición del festival.

En 1965 relegó al segundo puesto a Me lo dijo Pérez, interpretada por Juan Erasmo Mochi y Karina, en el Festival Internacional de la Canción de Mallorca, donde obtuvo la Caracola de Oro del primer premio con Recordar que cantarían el propio Mochi y Adriángela, nombre artístico de la valenciana María José Guillén Torres. Un mismo intérprete podía participar con varios temas en aquel concurso como fue el caso de Mochi que ganó el primero, segundo y cuarto de los premios.

Cine, televisión e himno a Sueca

Más allá de la canción popular y del incipiente pop español, Mario Sellés compuso bandas sonoras para el cine y la televisión en películas que van desde El mejor regalo (1973) y El insólito embarazo de los Martínez (1974), hasta El amor sí tiene cura (1991). José Sacristán, Esperanza Roy, Jorge Rivero y Fernando Esteso, entre otros, son algunos de los actores destacados en estos films. También trabajó para fondos musicales del viejo noticiario oficial NO-DO y diversos documentales. Su composición Pequeña María, inspiró para la televisión venezolana Venevisión la producción de una telenovela que se emitió en casi todos los países latinoamericanos y EEUU con una destacada respuesta de audiencia.

Además de autor del himno de la Cruz Roja y la marcha Victoria del Ejército del Aire español, dejó inéditos al morir un pasodoble dedicado al torero Sebastián Palomo Linares, una salve a la Mare de Déu de Sales y un himno de Sueca. «A mi querida Ciudad de Sueca, la que me vio nacer, la que guió mis primeros pasos en el parvulario de las Escuelas Carrasquer y más tarde en el Centro Politécnico de Enseñanza. A la que siempre he amado a pesar de mis involuntarias ausencias y a la que jamás olvidaré porque siempre la llevo en mi corazón», dejó escrito, de su puño y letra, el 7 de mayo de 2001, en la portada de la partitura del citado himno.

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