El Ayuntamiento de Gandia reconoce que las medidas que ahora se puedan adoptar para impulsar una renovación de edificios y espacios privados de la playa no van a tener un efecto inmediato. Se trata, señala el director general de Urbanismo, Vicent Mascarell, de un trabajo que se realizará con mucho estudio y buscando el máximo consenso porque lo que se busca es la renovación de la playa a cincuenta años vista.
Claro está que, una vez se modifique el Plan General de Ordenación Urbana y se concreten las normas, podrían solicitarse los permisos, pero ante la situación de crisis no es previsible que haya un «boom» de renovaciones urbanas a corto plazo. Lo bueno es que, para cuando la crisis escampe y vuelva a invertirse en vivienda, Gandia ya tendrá los instrumentos legales en vigor. s. s. gandia