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El 'modelo Villalonga' servirá para retirar los cañares de ríos y barrancos de la Safor

La Confederación Hidrográfica del Júcar, la diputación y los ayuntamientos firman un convenio para limpiar los cauces - El riesgo de incendios y el peligro en caso de riadas permiten alcanzar un acuerdo tras años de polémicas

El 'modelo Villalonga' servirá para retirar los cañares de ríos y barrancos de la Safor

Hace cerca de siete años el entonces alcalde de Villalonga, Juan Ros, tomó la decisión de limpiar de cañas un tramo del río Serpis para permitir a los vecinos que pudieran disfrutar de la belleza de las riberas fluviales. Durante años la vegetación invasiva y alóctona, especialmente las cañas, habían ahogado las especies autóctonas, entre ellas las elegantes choperas, pero la Confederación Hidrográfica del Júcar, competente a la hora de autorizar actuaciones en la llamada área de policía del río, no había permitido retirar las cañas. El alcalde Ros, exponiéndose a una multa, retiró la vegetación invasiva en unos centenares de metros situados río arriba del Assut del Pas de la Guàrdia, y desde entonces el ayuntamiento se ha esforzado en mantener ese espacio, que ofrece una bella imagen del río bajando entre orillas limpias.

Aquella acción, criticada entonces y que sin duda se ha demostrado positiva, es la que ahora pretenden impulsar la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), la Diputación de Valencia y los ayuntamientos valencianos. El proyecto, que se acaba de plasmar con la firma de un convenio, consiste en, primero, limpiar de cañas los cauces de ríos y barrancos, pero con la condición de que después esas zonas se mantengan limpias para no tener que invertir constantemente en esa acción.

El convenio ha sido posible gracias al presidente de la Diputación de Valencia, Jorge Rodríguez, y del delegado del Gobierno de España en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, dado que la CHJ es un organismo de la Administración del Estado. En la firma también estuvieron presentes la presidenta de ese organismo, María Ángeles Ureña, y el presidente de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias, Rubén Alfaro.

Aunque falta conocer cómo se aplicará esta iniciativa, lo más importante es que las tres administraciones han tomado conciencia del grave problema que supone la masiva presencia de cañas en los cauces de los ríos y barrancos. Por una parte, esta especie que se reproduce con tanta facilidad ha menoscabado la biodiversidad que reinaba en las riberas fluviales, ocultando, en algunos casos por completo, la vegetación autóctona y los espacios en los que, en periodos húmedos, durante el verano las personas incluso podían tomar el baño.

En segundo lugar, ya está demostrado que esa presencia de cañas ha facilitado la extensión de los jabalíes, cuyas poblaciones se esconden entre los tupidos cañares y salen de noche, causando daños a la agricultura, e incluso adentrándose en zonas urbanas de pequeños municipios.

No es un problema menor la facilidad con que los cañares pueden extender eventuales incendios forestales, como ha ocurrido en muchos lugares. La pasada primavera los bomberos apagaron un cañar del río Vernissa en el término de Alfauir que a punto estuvo de llegar a zonas forestales pobladas de pino adulto.

Y, finalmente, las cañas suponen otro riesgo para cuando se producen fuertes precipitaciones otoñales. Especialmente si están secas, los torrentes de agua acaban arrancando la planta que, en grandes cantidades, queda retenida entre pilares de puentes o pasos inferiores del río, llegando a bloquear el curso del agua y causando desbordamientos o rotura de infraestructuras. Eso mismo pudo ocurrir en octubre de 2007, cuando el Vernissa, un río con inmensos cañares en su curso medio, se llevó por delante el puente del camino rural que comunica las localidades de Beniarjó y del Real de Gandia.

Según expresaron Jorge Rodríguez y Juan Carlos Moragues al término de la reunión en la que se firmó el acuerdo para limpiar los cauces de ríos y barrancos, se ha acordado empezar una serie de reuniones técnicas para coordinar a todas las administraciones. Moragues, satisfecho por esta iniciativa, incluso señaló que desea que la Generalitat y las otras dos diputaciones valencianas, la de Alicante y la de Castelló, se sumen al proyecto, dado que el problema está extendido por toda la Comunitat Valenciana.

Durante la reunión se puso especial hincapié en que es importante que una vez se realiza la primera limpieza de cañas por parte de la Confederación Hidrográfica del Júcar, posteriormente, la administración competente, ya sea municipal o autonómica, haga una labor de mantenimiento de esos cauces para que no vuelvan a ser invadidos por el cañar.

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