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Bellreguard también tomará medidas contra las sombrillas abandonadas

El Gobierno local realizará una labor de «prevención» pero deja la actuación para el próximo verano El municipio cuenta con una ordenanza que prohíbe instalar enseres antes de las 9

El Ayuntamiento de Bellreguard también ha decidido, como hizo Gandia la pasada semana, tomar cartas en el asunto de las sombrillas «abandonadas» a primera hora de la mañana para guardar sitio a orillas del mar. En la reunión semanal mantenida la tarde del pasado martes entre los dos grupos que forman el Gobierno local, PSPV y Compromís, se abordó la cuestión, después de que algunos vecinos y veraneantes de la playa de esta localidad colgaran imágenes de los parasoles y las sillas vacías quejándose de lo que estaba ocurriendo.

El alcalde, Joan Marco, apuntó ayer a Levante-EMV que para este año no se va a tomar ya ninguna medida, en tanto que sobrepasado el 15 de agosto, «la afluencia a nuestra playa baja mucho». Sin embargo, el Ejecutivo ha decidido que el próximo verano se llevara a cabo «una labor de prevención». Esto es, a través de los distintos servicios municipales, Policía Local, paneles informativos, etc., se informará a los bañistas de que existe una ordenanza que impide instalar aperos de playa antes de las nueve de la mañana. «Llevaremos a cabo una labor prevención, educación e información para concienciar a los bañistas para que cumplan lo que marcan las ordenanzas municipales», afirmó Marco.

El alcalde, en todo caso, aclaró que, en principio, la idea del consistorio no es la de emprender medidas más duras como las de multar a quienes incumplan o retirar los aperos, como sí que hace, por ejemplo, Gandia, que la pasada semana optó por quitar los aperos que se encuentren abandonados y obligar a los usuarios a ir a buscarlos al retén de la Policía Local de la playa.

En Bellreguard, el problema se ha registrado, sobre todo, durante esta primera quincena de agosto. Algunos veraneantes colgaron durante el fin de semana varias fotos en sus redes sociales a través de las cuales denunciaban la situación. En ellas se podía ver una fila de sombrillas apostadas en la primera línea de la arena, abiertas, con sillas y sin nadie que las custodiara.

Esta situación, por tanto, no es exclusiva de grandes playas como la de Gandia. Como ya publicó este periódico la pasada semana, en Tavernes de la Valldigna, también es habitual encontrarse de buena mañana con los enseres de playa preparados para recibir a toda la familia. En esta localidad, sin embargo, no está previsto que se tome ninguna medida, al menos de momento, ya que no se considera un problema tan grave como el de Gandia.

El Ayuntamiento de la capital comarcal inicio la pasada semana una campaña para acabar con esta práctica. Retirará todas aquellas sombrillas y sillas junto a las que no haya nadie a las 8 de la mañana. Como publicó este periódico, el primer día de la medida, los bañistas se quedaron custodiando sus pertenencias para que no las quitaran.

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