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Cuentas municipales

La Mancomunitat estalla contra el Consell por el déficit del transporte público en la Safor

Los alcaldes se sienten discriminados respecto al área metropolitana de Valencia y no consideran al director de Transportes un interlocutor válido - El ente comarcal exige un encuentro con la consellera María José Salvador para abordar el problema

La Mancomunitat estalla contra el Consell por el déficit del transporte público en la Safor

Que miles de personas de la Safor no tienen transporte público ni para ir al hospital comarcal es algo sabido. Que desde hace dos años se suspendió la línea que conecta Gandia con Ontinyent y Alcoi, dejando sin autobús a pequeños municipios de la Vall del Vernissa, también es conocido. Y que ir de Gandia a Oliva puede costar el mismo tiempo que recorrer cincuenta kilómetros en tren no supone ninguna novedad.

Por todo eso, los alcaldes de la Safor, reunidos la noche del jueves en la sede de la Mancomunitat, han estallado contra el Consell de la Generalitat al considerar que el Gobierno autonómico les está ninguneando y discriminando respecto a otras zonas, especialmente el área metropolitana de Valencia, donde sí se han alcanzado acuerdos palpables para mejorar la red de transporte público.

La indignación de los alcaldes de la Safor llega incluso a la Diputación de Valencia, que la pasada semana firmó un convenio para reponer y mejorar líneas de autobús que han desaparecido o son muy deficientes. Consideran las autoridades locales que del millón de euros anunciado en ese convenio poco o nada llegará a esta comarca, y mucho menos servirá para dar respuesta a las demandas que miles de ciudadanos plantean desde hace años.

El presidente de la Mancomunitat de la Safor, Salvador Femenía, indicó ayer a este periódico que, a criterio de ese organismo, ya ni siquiera consideran un interlocutor válido a Carlos Domingo, director de Transportes de la Generalitat, porque en varias ocasiones «nos ha defraudado».

Más enfadado está el vicepresidente de la Mancomunitat, Pep Mascarell, alcalde del pequeño municipio de Almiserà, situado en la Vall de Vernissa, uno de los que hace dos años se quedó sin autobús. «Carlos Domingo nos ha tomado el pelo», indicó Mascarell cuando recordaba que, en el último encuentro, el director de Transportes de la Generalitat «nos sorprendió señalando que iba a buscar una fecha para venir a la Safor y escuchar las quejas de los alcaldes». Esas quejas se vienen planteando desde hace años, y tan lejos como el pasado mes de febrero ya fue un clamor. Doce alcaldes de la Safor y de la Vall d'Albaida que se quedaron sin autobús cuando, en octubre de 2014, se suspendió la línea Gandia-Ontinyent-Alcoi, exigieron al Consell una reunión urgente para poder abordar la cuestión. Esta es la hora que siguen sin respuesta.

Una década sin frutos

Las gestiones de la Mancomunitat de la Safor para intentar paliar las deficiencias en la red de autobuses es algo que viene de largo. Tanto que en el año 2011, con ayuda económica de la Generalitat, el ente que reúne a 30 de los 31 municipios de la Safor llevó a cabo un completo estudio sobre cómo ordenar las líneas de autobús para ofrecer la máxima eficiencia y eficacia a los usuarios.

La Generalitat, que recibió ese estudio un año después, ni siquiera lo ha valorado y se limitó a instalar algunos postes de señalización en paradas de municipios que, para mayor contrasentido, hoy ya no disponen de autobús.

El enfado de la Mancomunitat y las críticas al Consell por este hecho llegan, para más inri, en la Semana Europea de la Movilidad, que tiene como objetivo concienciar a los ciudadanos para que, siempre que puedan, se desplacen en transporte público en vez de hacerlo en vehículo privado, más contaminante.

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