El Ayuntamiento de Oliva ha pedido a la empresa que ha llevado a cabo las obras de semipeatonalización de las calles Comte d'Oliva y alrededores a llevar a cabo una serie de obras de mejora para solucionar los problemas planteados y que algunos vecinos han venido denunciando en las últimas semanas. Esas obras, según confirmó a Levante-EMV el alcalde, David González, no costarán dinero al ayuntamiento, sino que corren a cargo de la adjudicataria del proyecto.
González, que se reunió con los técnicos y con representantes de la Associació de Veïns de Sant Francesc para escuchar sus quejas, indicó que «muchas de estas actuaciones ya las teníamos previstas el 10 de agosto, pero al estar la empresa de vacaciones teníamos que esperar al mes de septiembre para llevarlas a cabo».
Las actuaciones más importantes consisten en retocar los badenes ubicados en la calle Xiricull y al final de la calle Comte d'Oliva tras los problemas planteados por algunos vehículos que tocaban el suelo y rasgaban en la parte inferior. Aunque los badenes cumplen la normativa vigente, se suavizará el abultamiento para evitar cualquier accidente de se tipo.
Por otra parte también se eliminarán varios bolardos, entre ellos los de la entrada a la calle, para que no quede tan estrecha y puedan pasar autobuses y el camión de la basura. También se retiran bolardos en los lugares de estacionamiento en las calles Ramblar y Músic Álvaro Marzal, donde se habían enganchado algunos vehículos.
Plan para mejorar el tráfico
Desde la Associació de Veïns de Sant Francesc se pidió al Gobierno local el cambio de la puerta de acceso a la zona de juegos infantiles de la plaza Riuet dels Frares y la colocación una segunda valla de madera tras los bancos para evitar de los niños puedan acceder a la carretera de Pego. Todo ello ya se está llevando a cabo.
También se marcarán los lugares de los establecimientos hosteleros de la zona para la colocación de las mesas y las sillas, de manera que los vecinos dispongan de un pasillo para poder circular por la zona, y se fijarán los contenedores de la calle San Ignacio de Loyola para que no se muevan.
Finalmente González aseguró que se va a llevar a cabo próximamente un plan de tráfico de la zona que determinará las calles que cambien de sentido para mejorar la circulación por el barrio. Esta obra, de cerca de medio millón de euros, ha sido financiada íntegramente con el Plan de Inversiones Sostenibles de la Diputación de Valencia.
