Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El futuro del náutico de Gandia

Club social o explotación comercial

Más allá de los nombres, los dos proyectos que aspiran a quedarse la privilegiada instalación se diferencian uno por apuntar más al carácter recreativo y social y el otro por buscar el negocio

Club social o explotación comercial

La Autoridad Portuaria de Valencia (APV) tendrá que decidir en las próximas semanas entre las dos ofertas presentadas para gestionar el puerto deportivo de esta ciudad y las instalaciones que lo rodean. Una, la que se esperaba y la que ha sido gestada desde hace meses, por parte del Real Club Náutico. La otra, la que ha causado sorpresa y ha generado debate en la ciudad, es la de la mercantil Alcara Infraestructuras, radicada en Cádiz pero con el gandiense Francisco Herrero como representante.

Al margen de ser la primera vez en cincuenta años, desde que se construyó el club náutico gandiense, que una iniciativa privada le disputa al club la posibilidad de quedarse con esos espacios y, las «ofertas» que tiene sobre la mesa la APV difieren fundamentalmente en un aspecto que no es otro que la concepción de lo que allí se quiere realizar. Uno opta por el carácter «social» y «no lucrativa», con apertura al conjunto de los ciudadanos. El otro, también partidario de «derribar muros», no esconde que la pretensión es invertir para hacer negocio, recuperar le dinero y, si es posible lograr beneficios.

Evitar la imagen cerrada

Olvidados ya los sueños de grandeza que hasta hace unos años anunciaban proyectos megalómanos que requerían la inversión de decenas, e incluso cientos de millones de euros, la directiva del Real Club Náutico que preside Miguel Domínguez se ha tenido que plegar a la realidad y, tras no muchos esfuerzos y negociaciones, ha planteado a la APV la propuesta de renovar la concesión por un periodo de 25 años, de manera que el náutico sería del club hasta el año 2041. La contrapartida consiste en invertir alrededor de 3,5 millones de euros, que saldrían de la masa social, para renovar y mejorar todas las instalaciones, garantizando que su propuesta incluye que los ciudadanos tengan acceso a ese lugar, tantas veces visto como un campo cerrado, y que fomentarán las actividades náuticas y acuáticas.

En el otro plato de la balanza está Alcara Infraestructuras, dirigida desde Gandia por Francisco Herrero, quien, para añadir un poco de morbo a la cuestión, fue hasta hace poco vicepresidente del Real Club Náutico al que ahora le disputa ese espacio público.

Su plan, que debe llevar documentado hasta la mesa de la APV, consiste en copiar, en cierta medida la gestión del náutico de Dénia. Se trata, fundamentalmente, de generar negocio para amortizar, en el menor tiempo posible, una inversión de 6 millones de euros que se realizaría en la reforma integral de las instalaciones. Es casi el doble del proyecto del Real Club Náutico, pero también solicita doblar el periodo de concesión, hasta los 50 años, en forma de 30 iniciales y posteriores prórrogas. Si la APV opta por esta propuesta el dinero saldría de un fondo de inversión, y a partir de entonces se generarían todo tipo de actividades lucrativas dirigidas a amortizar el capital y, después, a conseguir beneficios.

En ese debate de permitir usos lucrativos o estrictamente sociales se están centrando quienes, hasta el momento, se han posicionado en favor de la propuesta del Real Club Náutico, como el PP, Ciudadanos, el Cercle d'Economia de la Safor o la Asociación de Clubes Náuticos de la Comunitat Valenciana. El ayuntamiento, en boca del Gobierno local, se mantiene al margen y pide «el mejor proyecto» para Gandia. La decisión la tomará la APV.

Compartir el artículo

stats