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Mal estado

Así está el viejo hospital de Gandia

Nuevas imágenes demuestran el deterioro sufrido en las instalaciones, que fueron desmanteladas tras el cierre del centro -

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Imágenes del actual estado del antiguo hospital de Gandia

Si ya era una ruina cuando estaba en funcionamiento, hasta el punto de que se caía a trozos y llegó a provocar heridos, es fácil imaginar lo que puede ocurrir ahora, sin actividad, a merced del paso del tiempo y, lo más importante, sin mantenimiento alguno.

El edificio del antiguo hospital Francesc de Borja de Gandia, ubicado en el distrito de Roís de Corella, presenta ya, solo un año después de su cierre, un aspecto lamentable. Está, literalmente, desmantelado.

Se desconoce si esta situación ha sido provocada por la propia Generalitat cuando procedió a la retirada de los elementos del centro para repartirlo en otros de la Comunitat Valenciana o si ha sido causa del saqueo. El pasado febrero, cuando UGT denunció el «pillaje» que estaba sufriendo el edificio, la Conselleria de Sanidad Universal no dio más explicaciones.

Imágenes a las que ha tenido acceso este periódico demuestran que el desastroso estado en el que ya entonces se encontraban las distintas estancias del edificio sanitario van a más por culpa del abandono que sufre.

Cables que han quedado al aire, falsos techos caídos, esparcidos por el suelo y totalmente destrozados, habitaciones llenas de bolsas de basura y demás enseres tirados al suelo, azulejos arrancados, tuberías que han quedado al descubierto, quirófanos en los que han desaparecido las mesas de operaciones o instalaciones eléctricas y de telecomunicaciones arrancadas de cuajo. Son solo algunos ejemplos de lo que se encontraron técnicos de la Conselleria de Sanidad y del Ayuntamiento de Gandia cuando entraron al centro para evaluar la posibilidad de aprovecharlo para levantar el futuro centro de salud para el área oeste de la ciudad y el centro de especialidades previsto.

Esta situación, entre otras, ha sido la que ha llevado a la administración autonómica a declarar «inservible» el edificio y, por tanto, procederá a su derribo, como publicaba ayer Levante-EMV después de que lo anunciara la concejala de Sanidad, Liduvina Gil, que se refirió a los informes que así lo aconsejan.

Sanidad tapió los accesos

Desde el día que se cerraron las puertas del Francesc de Borja en Roís de Corella en abril se tuvo el temor de que el edificio abandonado, con sus centenares de estancias y habitaciones se volviera insalubre, fuera saqueado y se convirtiera en un refugio de ocupas. No en vano, la conselleria procedió a tapiar todos los accesos y mantuvo la vigilancia, aunque quedaron al descubierto espacios por los que resulta fácil entrar si se quiere.

Cabe recordar que, además del pésimo estado que presenta, el antiguo centro sanitario tiene otro problema, y es que el PP, al final de la pasada legislatura, concretamente en 2014 cuando aún gobernaba en la Generalitat, retiró la licencia de actividad de hospital a este espacio, lo que le inhabilita para acoger cualquier tipo de actividad sanitaria y, a su vez, demora los trámites para el inicio de las obras del centro de salud.

Lo que ya es seguro es que el hospital de crónicos que prometió el PSPV si llegaba al Gobierno de la Generalitat y al de la ciudad de Gandia, como es el caso, está totalmente descartado y lo único que se contempla ahora en el solar que quedará una vez sea demolido el viejo edificio es el centro de salud y el de especialidades, unos proyectos para los que no hay fecha.

El viejo hospital Francesc de Borja de Gandia cerró en abril del 2015. Aquello supuso un duro golpe para el comercio y la hostelería del distrito, ya que, pese que se sabía desde hacía años que el momento llegaría, nadie planeó una alternativa que pudiera ponerse en marcha al poco tiempo. El hospital de crónicos era la gran esperanza del comercio de la zona pero quedó enterrado por el centro de salud y el de especialidades.

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