El Ayuntamiento de Simat de la Valldigna seguirá organizando, y pagando, festejos de «bous al carrer» durante las fiestas patronales del municipio, que tienen lugar en la primera semana del mes de agosto.
Lo han decidido así, por abrumadora mayoría, los vecinos del municipio que participaron en la consulta ciudadana puesta en marcha por el Gobierno local de izquierdas (EUPV, Compromís y PSPV) el pasado fin de semana.
En concreto, 806 personas, un 86,47% del total de los votantes, se decantaron por el «Sí» a la pregunta «¿Aprueba usted que el Ayuntamiento de Simat organice con dinero público 'bous al carrer'?». En contra de la organización de festejos taurinos por parte del consistorio se pronunciaron 117 (12,63%) ciudadanos, mientras que se registraron tres votos en blanco y dos nulos.
Lo más destacado de este proceso de participación ciudadana, además del resultado, ha sido la alta participación. Un 30,06% de los censados, 926 vecinos mayores de 16 años, se decidieron a depositar su voto en una de las dos urnas que el ayuntamiento había habilitado en la Casa de la Cultura durante la tarde del sábado y todo el día del domingo pasado.
Esta cifra supone todo un récord si se compara con otros procesos participativos que han tenido lugar en la comarca. Sin ir más lejos, el apenas 13% de la consulta del modelo de fiestas de Tavernes de la Valldigna, que, dicho sea de paso, incluía también la posibilidad de elegir si los vecinos querían o no «bous al carrer».
Así pues, en Simat nada se moverá respecto a lo que venía sucediendo hasta ahora. El Gobierno local ya advirtió que asumiría el resultado, fuera el que fuera, siempre que superara el 10% del censo, y lo hizo con creces. De hecho, el alcalde, Víctor Mansanet, de EUPV y reconocido antitaurino, se mostraba «muy contento» por la participación de los vecinos porque «se ha superado con creces lo que teníamos previsto pese a la lluvia y el frío de estos días».
Mansanet asegura que él mismo gestionará la contratación de los festejos y velará por que en los del próximo año se sigan las mismas directrices que en los de este. «No hay maltrato animal ninguno, las vaquillas se las lleva la ganadería, no se quedan aquí y tenemos un veterinario que las atiende constantemente». A ello se le suma «que nos hemos ahorrado 5.000 euros respecto a las fiestas del 2015».
