Gandia dio por inaugurado ayer un proyecto urbanístico de indudable proyección turística que ha llevado cuatro años de gestiones, varias modificaciones técnicas con el fin de garantizar la seguridad, algunos retrasos y paralizaciones en las obras y un sinfín de problemas administrativos que se han tenido que ir superando con mucha paciencia. Todo ello para disponer de un espacio público ciertamente singular en el que el paseante llega a sentir la sensación de estar caminando sobre el mar, especialmente en el tramo final, junto al faro de Gandia, situado en el extremo esta nueva intervención urbanística.

El paseo de la escollera fue fruto de un acuerdo alcanzado en 2014 entre el entonces alcalde de la ciudad, Arturo Torró, con la Autoridad Portuaria de València (APV) y Puertos del Estado. Aquel convenio consistía en una inversión que ha alcanzado el millón y medio de euros para construir una gran plataforma de hormigón con estructuras reforzadas. Desde el conocido restaurante situado al principio hasta el faro, mar adentro, son 1.080 metros de paseo rectilíneo que, ya antes de su inauguración, ha contado con una gran afluencia de ciudadanos. De hecho, los políticos que ayer inauguraron la obra se toparon con muchos de esos visitantes.

Bancos para dos mil personas

A lo largo del paseo existen más de 500 metros de bancos en los que, según los datos técnicos, se pueden sentar dos mil personas, lo que revela la previsión del ayuntamiento y de sus diseñadores de que va a contar con miles de visitantes.

La inauguración del paseo congregó ayer a José Llorca, presidente de Puertos del Estado, Aurelio Martínez, presidente de la Autoridad Portuaria de València, Diana Morant, alcaldesa de Gandia, y numerosos representantes municipales.

Las obras, cuyo objetivo era favorecer y mejorar la accesibilidad al dique norte, se ha realizado en hormigón mixto de acero pasivo y fibras sintéticas estructurales que garantizan la durabilidad de la estructura y no están sometidas a procesos de corrosión que pueden producirse en medios marinos. El paseo, que se ha pavimentado con trencadís de mármol realizado por la Fundació Espurna de Gandia, dispone de barandilla a ambos lados que garantiza la visión del mar y protege a los viandantes, así como escaleras, cerramientos en accesos y una rampa. El consistorio de Gandia será el responsable de garantizar la vigilancia, conservación y mantenimiento del nuevo paseo.

Durante el acto, la alcaldesa de Gandia destacó que las obras «han dado como resultado un magnífico paseo para el disfrute de toda la ciudadanía. Es un espacio que técnicamente está muy bien realizado y dispone de todas las medidas de seguridad». Diana Morant equiparó esta actuación como una continuidad de otras obras que han ido mejorando la calidad de la playa de Gandia en los últimos años, entre ellas la remodelación del paseo de primera línea de la playa y el llamado Moll dels Borja, situado junto a la dársena del puerto.

Por su parte, José Llorca destacó que el paseo «es un buen ejemplo de colaboración entre el puerto y la ciudad», y confesó su satisfacción por poder llevar a cabo una actuación que compatibiliza los usos comerciales del puerto con el ocio y el disfrute ciudadano de estos espacios públicos que, como en Gandia, presentan un gran atractivo. «Creo que la ciudadanía va a apreciar el esfuerzo realizado por la APV y quiero agradecer la implicación del ayuntamiento en el mantenimiento de la infraestructura», añadió Llorca.

Finalmente, Aurelio Martínez explicó que este paseo supone «el mejor ejemplo del trabajo conjunto realizado entre las administraciones para garantizar la mejor integración entre el puerto y la ciudad de Gandia».

La inauguración se produce después de un invierno de fuertes temporales de levante que han permitido comprobar la resistencia de la nueva obra ante las, a veces, durísimas condiciones meteorológicas que se producen en esa franja de confluencia marítima-terrestre.