La alcaldesa de Gandia, Diana Morant, y el concejal de Territorio, Xavier Ródenas, no podían ocultar ayer un cierto orgullo cuando explicaban que la Diputación de Barcelona se ha interesado por trasladar al área metropolitana de la capital catalana uno de los proyectos ambientales más ambiciosos que se han desarrollado nunca en Gandia.

Se trata de la «Anella verda», una actuación diseñada hace doce años, respaldada por todos los gobiernos locales que ha habido desde entonces y que, lentamente, ha permitido ganar muchas áreas verdes en la periferia de la ciudad, el Grau y la playa.

Como su nombre indica, esta actuación, que no está acabada, pretende crear un anillo, una línea continua alrededor de la ciudad con la finalidad de que todos los ciudadanos dispongan de espacios verdes cerca de su casa o que puedan recorrer varios kilómetros sin necesidad de tener que adentrarse en el asfalto.

Josep Ramon Mut, responsable de Urbanismo y Vivienda de la diputación barcelonesa, acompañado de otras personas de su departamento, estuvieron ayer pisando algunos de esos espacios verdes que ya rodean la ciudad de Gandia y, en el despacho de la alcaldesa, recibieron información técnica sobre cómo se ha ido desarrollando.

Mut y sus acompañantes comprobaron cómo hace más de una década se trazó sobre un mapa un dibujo que, a lo largo de los años, ha permitido unir con «pasillos verdes» áreas tan atractivas como los parques de Ausiàs March, País Valencià, Joan Fuster, Santa Anna, espacios abiertos del río Serpis, de l'Alqueria de Martorell y la ermita de Sant Antoni. En la playa, destacan los «ullals», ahora conectados a la playa y al marjal de la Safor mediante el camino de los eucaliptus. Y como aún queda mucho para completar la «Anella verda» Xavier Ródenas recordó que se busca financiación para seguir avanzando en proyectos que, cada día que pase, permitan acercar a los gandienses espacios de tranquilidad y naturaleza y, también, hacer más atractiva esta ciudad a sus visitantes.

Josep Ramon Mut, que confesó su sorpresa agradable al conocer el proyecto que permitió recuperar los «ullals» de l'Estany y de la Perla, junto a l'Alqueria del Duc, destacó durante su visita el hecho de que Gandia haya sabido mantener esta actuación durante tanto tiempo y seguir dispuesta a finalizarla. El responsable de Urbanismo de la Diputación de Barcelona reconoció, no obstante, las dificultades de poder trasladar el modelo gandiense al área metropolitana catalana. Por una parte, se trata de zonas muy diferentes, en primer lugar por sus dimensiones físicas, pero también porque son cientos las infraestructuras de hormigón que atraviesan la metrópoli y que difícilmente pueden superarse mediante vías verdes.

Esta relación sobre espacios verdes entre Gandia y Barcelona surgió hace años, cuando Xavier Ródenas acudió a la diputación para, según dijo, «aprender» de sus actuaciones. El aprendizaje, como se ha demostrado ahora, ha sido mutuo, y el responsable de Territorio del Ayuntamiento de Gandia reveló que también está «copiando» iniciativas llevadas a cabo en la ciudad de Vitoria, una de las más avanzadas de Europa en materia ambiental, de movilidad y de gestión de residuos.

Ródenas dijo, en referencia a Gandia, Vitoria y el área de Barcelona, que se podría promover una «alianza de ciudades por la periurbanidad verde».