H oy domingo l@s militantes del PSPV estamos llamados a las urnas. Por primera vez en nuestra historia se celebran elecciones «primarias» en las cuales el conjunto de la militancia del partido elegir a su Secretario General mediante el voto directo.

No es mi intención hacer un llamamiento al voto para ninguna de las dos candidaturas que optan al cargo y, aunque lo haré, tampoco escribo estas líneas para decir a cuál de los dos daré mi apoyo. Contemplo estas elecciones con el orgullo de pertenecer a un partido que profundiza como pocos en la democracia interna y participativa, llevando a cabo cambios renovadores impulsados por una militancia vanguardista y activa, que no se resigna a ejercer un papel secundario ni de mera comparsa.

Cuando el pasado 1 de octubre tuvieron lugar los acontecimientos que provocaron la renuncia de Pedro Sánchez como Secretario General y su sustitución por una gestora al frente del partido, me posicioné pública y activamente a favor del Secretario General que había sido elegido por l@s militantes. Fui crítico con la gestora y exigí la celebración de unas primarias y un congreso «ya». Cuando ambas convocatorias se hicieron oficiales hice público mi apoyo a la candidatura de Pedro Sánchez y, en la medida de mis posibilidades, colaboré en su campaña. En aquellos momentos los compañeros que no secundaban a Pedro Sánchez utilizaban algunos argumentos que yo combatí por considerarlos falsos o injustos. Uno de ellos era acusar a Pedro Sánchez de estar inhabilitado para aspirar de nuevo al cargo por haber cosechado los peores resultados electorales de la historia del PSOE. Ante estos argumentos yo respondía dos cosas; una, el contexto en el que se habían obtenido, con una competencia como nunca antes se había producido en el espectro de la izquierda. Dos, que muchos de los compañeros de esgrimían este argumento también habían obtenido los peores resultados y los habíamos seguido apoyando.

Por este motivo me produjo perplejidad escuchar en el debate celebrado entre Ximo Puig y Rafa García cómo este último usaba ese mismo argumento contra el actual Secretari General del PSPV. Creo que por coherencia y prudencia no debía de haberlo hecho. Si no hay que votar a Ximo Puig porque obtuvo unos malos resultados? ¿no corremos el riesgo de que alguien utilice este argumento tirando por «elevación?

Otro aspecto censurable es la «patrimonialización» que algunos quieren hacer de la figura de Pedro Sánchez. Antes he recordado mi condición de «sanchista». Apoyé y apoyo a Pedro Sánchez, trabajaré para que sea Presidente del Gobierno y me volvería a enfrentar a quien desde dentro pretenda torpedearle. Celebré su victoria (y la derrota de Susana Díaz) y me siento plenamente representado por mi Secretario General, Pedro Sánchez. Recalco mi «sanchismo» para decir que yo no voy a votar a Rafa García y que, como yo, much@s @s que trabajamos por el proyecto de Pedro y que compartimos pertenencia a alguna plataforma «sanchista» vamos a votar a Ximo Puig como Secretario General del PSPV, sin que esto menoscabe nuestro compromiso con Pedro Sánchez.

Además de falso, considero peligroso vincular la figura de Pedro a la candidatura de Rafa García. Si finalmente este no gana las primarias, ¿deberíamos deducir entonces que la militancia del PSPV le ha dado la espalda Pedro Sánchez?

Apelo a la libertad de cada militante a que vote en conciencia y pensando en lo mejor para el País Valenciano y el PSPV, no seré yo quien le diga a nadie cuál ha de ser el sentido de su voto, pero quiero dejar claro que se puede ser leal al proyecto de Pedro y no votar a Rafa García.

Compañer@, si en las pasadas primarias votaste a Pedro Sánchez para Secretario General en estas tienes dos opciones, Rafa García o Ximo Puig, tú y solo tú decides.