Las casualidades de la vida han hecho coincidir en el tiempo la celebración del aniversario de las terribles inundaciones que Oliva sufrió hace treinta años con la confirmación de que los casos de corrupción que han afectado a la política española en los últimos años sigue manteniendo paralizada la última gran obra diseñada para paliar los efectos de las cíclicas lluvias torrenciales que se producen en esta zona.

El presidente de Acuamed, la empresa dependiente del Ministerio de Medio Ambiente promotora del proyecto contra inundaciones que se está ejecutando en al sur del casco urbano de Oliva, acaba de confirmar que no se ha podido avanzar ni un palmo en el proceso para concluir esa actuación, valorada en más de 40 millones de euros.

El motivo es la cautela a la que está obligada Acuamed desde que el Juzgado Central de Instrucción número 6 de Madrid investiga el llamado 'Caso Frontino', una trama de corrupción en la que se habrían podido producir fraudes a la hacienda pública en algunos de los multimillonarios proyectos de carácter hidráulico que esta empresa ha ejecutado en la zona del Mediterráneo. Entre los casos incluidos en esa investigación figura el de Oliva.

En esta ciudad de la Safor Acuamed ha ejecutado dos actuaciones muy importantes. Por una parte, la prolongación del cauce de la rambla de la Gallinera hasta el mar y, por otra, una derivación del río Alfadalí para que desagüe por dos vías antes de que pudiera desbordarse.

Pero todo ese sistema se queda sin funcionar debidamente si no se construye la tercera pata que da sentido al proyecto en su conjunto. Se trata de la presa de laminación que regularía el caudal en la rambla de la Gallinera y evitaría, al menos en la mayoría de los casos, que se desbordara en su tramo final.

Mientras se organizaban los actos del 30 aniversario de las catastróficas inundaciones de noviembre de 1987, el alcalde de Oliva, David González, volvió a reclamar que se desbloquee la construcción de la presa, un proyecto vital para que los olivenses duerman un poco más tranquilos ante episodios de lluvias torrenciales.

La respuesta le ha llegado ahora, con la firma de Francisco Baratech, presidente de Acuamed, que confirma que, al menos en el último año, no se ha podido avanzar en la redacción del proyecto de la presa que debe construirse entre los términos municipales de Oliva y de l'Atzúbia.

Excepcionalidad judicial

En el escrito remitido a David González, el presidente de Acuamed señala que esta empresa pública se ha dirigido al juzgado que instruye el 'Caso Frontino' planteando una cuestión de excepcionalidad que permita dar nuevos pasos para construir la presa que Oliva reclama.

No se sabe si eso se producirá en breve, pero Francisco Baratech aclara que, cuando la justicia lo permita, lo que se encargará al Servicio de Ingeniería de Acuamed será «un estudio de alternativas» que determine qué tipo de presa debe construirse en la rambla de la Gallinera. O sea, que la cosa va para largo, aunque Oliva nunca dejará de exigir un proyecto al que tiene derecho y en el que confía para garantizarse un futuro algo más seguro frente a fuertes precipitaciones.