Las lluvias que la Safor sufrió hace once meses, concentradas entre los días 17 y 19 de diciembre, fueron de un periodo de retorno de 25 años. Eso significa que episodios tan intensos de precipitación se producen, según la estadística climática de esta zona de la Comunitat Valenciana, cada cuarto de siglo.
Así lo señaló el técnico del Ayuntamiento de Oliva, Joan Ramon Porta, en una de las conferencias convocadas en este municipio con motivo del trigésimo aniversario de las inundaciones del 3 de noviembre de 1987, las más catastróficas que se recuerdan en esta comarca.
En el caso de lo ocurrido en diciembre del año pasado, el temporal de lluvia que se prolongó durante tres jornadas dejó registros realmente espectaculares. En el área comprendida en la cuenca media del río Serpis y la cuenca alta de la rambla de la Gallinera el acumulado alcanzó los 621 litros por metro cuadrado, dato medido en la localidad de l'Orxa. En las vecinas poblaciones de Planes y Beniarrés el agua caída superó igualmente los 600 litros.
Fruto de ello, el pantano de Beniarrés, que se encontraba casi vacío, se llenó en menos de 24 horas, y la Confederación Hidrográfica del Júcar tuvo que abrir las compuertas en una actuación de emergencia para no poner en riesgo la presa.
Con esos registros, la rambla de la Gallinera se desbordó en su tramo final, a partir de la carretera nacional 332, en Oliva, y el río Serpis, que en su desembocadura soporta un caudal que se aproxima a los mil metros cúbicos por segundo, se salió en la zona de la Reprimala, en Villalonga, invandiendo igualmente muchos tramos de caminos laterales.
También en su tramo final se desbordó el río Vaca, en el término de Tavernes de la Valldigna, debido a lluvias igualmente cercanas a los 500 litros en tres días, un episodio que, si se cumpliera la estadística, no volvería a ocurrir hasta dentro de 25 años.
Entonces no había meteorólogos
El técnico Joan Ramon Porta, que ha estudiado este tipo de fenómenos meteorológicos, también dijo en su conferencia que todavía está pendiente el estudio sobre el periodo de retorno de las lluvias que inundaron toda la llanura central y el sur de la Safor en aquel noviembre de 1987, cuando en la ciudad de Oliva, concretamente en el pluviómetro de la Cámara Agraria, se registraron 817 litros por metro cuadrado en solo 24 horas, cifra que sigue siendo el récord de lluvia en un día en España y, según dijo Jéssica Castillo, el segundo en toda Europa.
Hay pocas dudas de que si llovió así en Oliva, la precipitación fue mucho mayor en otros puntos de la cuenca de la Gallinera, del río Serpis y del barranco de Beniopa, que fueron, con diferencia, las áreas más afectadas. A diferencia de lo que ocurre hoy, cuando existen decenas de meteorólogos aficionados, entonces nadie midió la cantidad de lluvia que causó la masiva inundación general.
