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Miramar se suma a Beniflà y anima a la natalidad con un cheque de 500 euros por niño

Los ayuntamientos tratan de evitar la pérdida de población, un problema que ya es general en la comarca y en la Comunitat Valenciana

Miramar se suma a Beniflà y anima a la natalidad con un cheque de 500 euros por niño

El año pasado David Ribas, alcalde de Beniflà, un municipio de 400 habitantes, anunció que incluía en los presupuestos municipales una partida para fomentar la natalidad y, sobre todo, evitar que las familias abandonaran esta localidad. Para ello fijó un «cheque bebé» de 300 euros para todas aquellas familias que, estando empadronadas allí, tuvieran un hijo. Según datos facilitados ayer por Ribas, a lo largo de 2017 fueron seis los cheques expedidos, fruto de otros tantos nacimientos, y esa ayuda económica se mantendrá durante el presente ejercicio de 2018.

Aun siendo un tanto excepcional en el conjunto de los 31 municipios de la Safor, esa política de fomento de la natalidad se extiende en la comarca. Ayer mismo el alcalde de Miramar, Asensio Llorca, anunciaba que ya está en marcha la medida de su propio «cheque bebé», que será un poco más cuantioso, de 500 euros por cada retoño que las familias traigan al mundo, lo adopten o lo acojan. Es el segundo municipio que decide aplicar esa medida.

Ambos ayuntamientos argumentan que sus «cheques bebé» se destinan a sufragar, sin duda mínimamente, los gastos derivados de la llegada de un nuevo integrante a las familias, pero indirectamente, y con más motivo en municipios pequeños, entregar dinero por este hecho también pretende paliar, en la medida de lo posible, la pérdida de población, un proceso que se ha venido produciendo en los últimos años en la Safor y en el resto de la Comunitat Valenciana debido a causas relacionadas con la crisis económica y, especialmente, la falta de empleo.

Difícil calcular si ese efecto se consigue, pero, como muestra, el pasado 2017 Beniflà, que concedió seis «cheques bebé», vio incrementado su padrón en 5 personas, situándose con un total de 458 habitantes.

En el caso de Miramar, que en 2017 bajó el padrón en una persona, situándose con 2.608 habitantes, el ayuntamiento ha incluido un condicionante que considera «beneficioso» para el municipio. Las familias que cobren el «cheque bebé» deberán gastar la mitad de ese dinero en comercios locales, justificándolo con facturas o tíquets de los establecimientos.

Asensio Llorca dijo ayer que esta ayuda se suma a las que el ayuntamiento ya otorga a los empadronados para la vacunación o las becas para los estudios.

David Ribas, por su parte, mostró su satisfacción por los seis nacimientos de Beniflà que se han recompensado con 300 euros durante 2017, y añadió que nada puede compararse «con lo bonito que es tener un hijo», pero que todavía lo es más si se recibe una pequeña ayuda para los gastos que ese acontecimiento genera.

Ni algo común ni una excepción

No son muchos los municipios valencianos que conceden ayudas económicas directas a la natalidad, pero los casos de Miramar y Beniflà tampoco son una excepción. En la comarca de l'Horta, Paterna y Rocafort conceden 300 euros. En Torrent, con una población similar a la de Gandia, se pagan 200 euros por nacimiento, y en Moncofa, en Castelló, la cifra es de 500 euros, como en Miramar.

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