La Diputación de València acaba de realizar un nuevo regalo a los municipios de la comarca de la Safor, que podrán acabar la legislatura presumiendo de nuevas inversiones, en este caso en centros educativos municipales. El ente que preside Jorge Rodríguez ha puesto un marcha un Plan Municipal de Mantenimiento de colegios y otro de Mejora de Espacios Educativos Municipales, que supondrán una inyección de 1,8 millones de euros a 21 localidades de la Safor. Este nuevo programa está dirigido, especialmente, a la mejora de «escoletes» infantiles, escuelas de adultos (EPA) y conservatorios. En el caso de la comarca, todas están dirigidas a los dos primeros servicios.
Así, dentro del plan para la mejora de los centros escolares, la Safor recibe 460.000 euros. Estos se los reparten Barx, para su colegio Migdia, con 90.000 euros, Bellreguard, que podrá invertir 140.000 euros en el Gregori Maians, Potries, que tendrá 90.000 euros para el aulario y Villalonga, con otros 140.000 euros que destinará al colegio Verge de la Font.
La entidad provincial se ha basado para el reparto de las ayudas de este primer plan en el tamaño de los distintos colegios. Aunque se trata de edificios de titularidad autonómica, los ayuntamientos tienen competencias para llevar a cabo trabajos de mantenimiento.
Por otra parte, dentro del Plan de Mejora de Espacios Educativos Municipales, la entidad provincial invierte 38.000 euros por cada edificio del que disponga la localidad. Esta partida se divide en municipios de menos de 5.000 habitantes, los de entre 5.000 y 20.000 y los de más de 20.000.
En el primer caso, en la Safor hay 16 pueblos, la mayoría. De estos, nueve recibirán 38.000 euros para sus «escoletes». Son Llocnou de Sant Jeroni, Potries, Ròtova, Rafelcofer, Benifairó de la Valldigna, Xeresa, el Real de Gandia, Miramar, Piles, Daimús y Simat de la Valldigna. Otros cinco, L'Alqueria de la Comtessa, Almoines, la Font d'en Carròs, Villalonga y Bellreguard, dispondrán de 76.000 euros, ya que ofrecen también servicio de escuela de adultos.
Lo mismo ocurre en los dos únicos que se encuentran en la horquilla de entre los 5.000 y los 20.000 habitantes, Tavernes de la Valldigna y Xeraco, que recibirán 76.000 euros para invertirlos también en sus edificios educativos infantiles y mejorar las instalaciones que se utilizan para la formación de adultos.
Las que más reciben, como es lógico, son Gandia y Oliva. La capital comarcal podrá realizar mejoras en las siete «escoletes» públicas de la ciudad, que, por cierto, están a la espera de que la Conselleria de Educación confirme, mediante decreto, su gratuidad para el próximo curso, aunque es algo que se anunció de palabra hace unos meses. En este caso, no entra la EPA. Por su parte, Oliva tiene dos centros infantiles y también la escuela para adultos, para lo cual ingresará de parte de la Diputación de València un total de 114.000 euros. Este municipio también cuenta con conservatorio pero este edificio no ha entrado en las ayudas.
Estos planes de ayudas económicas se suman a otros que ha puesto en marcha la diputación y que han permitido ejecutar obras importantes, como es el caso de los dos programas de Inversiones Financieramente Sostenibles (IFS) que se han desarrollado desde el 2015.
