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Buixerques y l'Hort de la Torre, testigos de la historia de Villalonga

La fertilidad de los terrenos favoreció la presencia humana junto al río desde la época íbera hasta el siglo XIX

El yacimiento de l'Hort de la Torre se encuentra junto al antiguo camino real que llegaba hasta Gandia y frente a lo que era el recinto amurallado del Ràfol de Buixerques, que lleva el nombre de un antiguo asentamiento de época musulmana de los muchos que salpicaban el Pla de Vilallonga.

Se sitúa sobre unas terrazas fluviales, a unos 15 metros del lecho del Serpis, junto al llamado Gorg de la Torre. Se trata de un terreno muy fértil gracias a las aportaciones de las crecidas del río, que eran muy frecuentes hasta la segunda mitad del siglo XX, cuando se construyó el embalse de Beniarrés. Por los restos hallados en la zona, se sabe que Buixerques ha estado poblada, temporal o continuamente, desde tiempo de los íberos. Así, se han documentado restos de esta época, del periodo de romanización, de islamización y de época cristiana hasta el siglo XIX, cuando se despobló definitivamente.

L'Hort de la Torre fue, durante la Edad Media, el único núcleo cristiano, desde donde se administraba el territorio que rodea Villalonga. En 1609, tras la expulsión de los moriscos, quedó vacío y fue repoblado con cristianos.

Agua desde la Font de la Safor

En la actualidad es una zona urbanizada, ya que en el año 2007 se recalificaron los terrenos agrícolas para construir el nuevo campo de fútbol y otras instalaciones deportivas municipales. A raíz de aquellas obras aparecieron los primeros restos arqueológicos, entre ellos una canalización que distribuía las aguas desde la Font de la Safor hasta la llanura, y que posiblemente sustituyó a una anterior construida durante el ducado de los Borja.

Con las obras de construcción de la nueva piscina, se han ampliado las excavaciones, cuyos resultados arrojarán más luz a la historia del municipio.

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