Dos días ha durado el consenso político en Gandia en torno al incendio que ha devastado más de 3.000 hectáreas entre las comarcas de la Vall d'Albaida y la Safor, 1.000 de ellas en término municipal de la ciudad ducal. Si el pasado miércoles gobierno y posición votaban unidas solicitando la declaración de zona de emergencia para poder recibir ayudas, ayer viernes prendía la guerra entre ellos en forma de cruce de declaraciones con el incendio y sus consecuencias como excusa.
La caja de los truenos la abrió el concejal del PP, Guillermo Barber, quien salió en rueda de prensa para culpar al Gobierno local del PSPV y Més Gandia de las graves consecuencias que ha tenido el siniestro, con más de 40 viviendas afectadas. Para argumentarlo, Barber echó mano de la decisión de APEIF, una asociación de voluntarios que vigila los montes para prevenir incendios, de dejar de hacer ese trabajo en Gandia al no poder ponerse de acuerdo con el ayuntamiento para firmar un convenio para pagarse un vehículo y el combustible. Esta asociación, apuntaba Barber «ya venía anunciando al Gobierno local lo que podía pasar y no les han querido escuchar», indicaba.
El propio edil reconocía, a su vez, que «el incendio no se podía haber evitado» pero matizaba que «sus consecuencias podrían haber sido menores» si el Ejecutivo que preside Diana Morant hubiera tenido en cuenta las indicaciones de APEIF. «Han hecho oídos sordos», indicaba el edil del PP.
Pero, sin duda, lo que más molestó a los concejales del Ejecutivo fue que el representante de los populares en el ayuntamiento les acusara de «estar de vacaciones». «Deben dar respuesta y cuantas más explicaciones, mejor», señalaba Barber.
Una hora después, en el mismo escenario, comparecía la alcaldesa acompañada por todos los miembros del Ejecutivo local, incluidos los coordinadores generales. La escenografía no era casualidad, pues pretendía mostrar que «aquí no hay nadie de vacaciones», señalaba, visiblemente enfadada, Morant.
La alcaldesa recordaba que desde el momento en que se desató la alerta por el incendio, todos los concejales del Ejecutivo se pusieron a trabajar para montar el dispositivo de realojo de las personas que tuvieron que dejar sus casas. En los momentos más críticos, se pudo ver a ediles en el Espai Baladre repartiendo sábanas, comida, hablando con las personas desalojadas y realizando todo tipo de gestiones, «en algunos casos durante muchas horas y durmiendo muy poco», recordaba la alcaldesa. Ediles del Ejecutivo y ella misma «hemos estado en todas las reuniones de coordinación en el Puesto de Mando Avanzado, en las que, por cierto, no he visto al PP». Morant, en cambio, afeaba a Barber que «Pablo Casado -presidente nacional del PP- fue a hacerse la foto -también acudió el concejal- cuando no había nadie allí porque estábamos todos trabajando».
Lorena Milvaques, por su parte, señaló que «a quien no se ha visto en ningún momento arrimando al hombro ha sido a los concejales del PP. Igual es que eran ellos los que estaban de vacaciones y por eso no han visto como este gobierno estaba trabajando». Milvaques, además, señalaba que «no hacía falta tener un papel que diga que se es concejal para venir a arrimar el hombro».
La guerra siguió en redes sociales, donde otro edil del Gobierno local, Nahuel González, llamó «impresentables» a Barber, Isabel Bonig y Pablo Casado por «intentar politizar esta catástrofe».
